Haití tocó fondo con el asesinato del presidente Moise, que deja un vacío de poder precedido por crisis de todo tipo

Haití tocó fondo con el asesinato del presidente Jovenel Moise. La magnitud de la crisis haitiana pone en alerta a la República Dominicana que quedará impactada de entrada en áreas como la seguridad nacional, economía, las condiciones en que se desarrollarán esas relaciones en el nuevo contexto y abruptas olas migratorias.

La magnitud del impacto del asesinato del presidente Moise y las consecuencias que tendría para la región las describe el académico haitiano y especialista en temas internacionales radicado en Estados Unidos, Robert Fatton en una entrevista que publica BBC Mundo.

“El último asesinato de un presidente haitiano tuvo lugar en la década de 1950 y fue en el contexto de una revuelta popular. Pero un hecho como este, en el que al parecer un escuadrón de mercenarios logra violar la seguridad presidencial, colarse en la habitación del presidente y asesinarlo, es algo que no tiene precedentes. Hemos tenidos dictaduras, golpes de Estado, presidentes depuestos… pero incluso en esos casos, entre lo peor que le ha pasado a los presidentes es que han sido enviados al extranjero. Esto es algo totalmente nuevo en la política haitiana”, señala en la entrevista publicada ayer por el portal BBCmundo.

Nelson Espinal Báez, abogado y analista y Nathanael Concepción, especialista en derecho internacional y director del Observatorio Político Dominicano (OPD) adelantan el impacto que tendrá la crisis haitiana en el país y cómo podría agravarse dependiendo de la respuesta que den ese país y la comunidad internacional ante el caos que se avecina.

Concepción advirtió que el mayor impacto es en la seguridad nacional, una posible ola migratoria abrupta e impacto económico por el cierre de las fronteras con uno de los principales socio comerciales del país como es Haití. “Al tratarse de una isla compartida y el país del lado estar en una situación de caos, representa un peligro para la seguridad nacional e igualmente la situación dispara el flujo migratorio”, sostuvo.

Amplió sus argumentos sobre la necesidad de estar alerta ante posibles olas migratorias abruptas. “El desafío de la ola migratoria se da cuando un país entra en inestabilidad política y sube de manera abrupta la cantidad de migrantes y lo hemos visto recientemente con la situación de Venezuela y la cantidad de migrantes que ha generado ;y el caso de Haití es mucho más grave, porque se trata de un magnicidio, de unas condiciones socioeconómicas mucho más inferiores y una frontera porosa con muchos puntos vulnerables que facilita la ola migratoria”, puntualizó Concepción.

Dijo que Haití es un estado fallido que no puede ejercer sus funciones vitales. “Desde los atentados del 9 11 en Estados Unidos los Estados que están en esa situación representan un peligro para la región y Haití representa inestabilidad no solo para la República Dominicana, sino para la región, incluido Estados Unidos que tiene una frontera marítima cercana con Haití”, observó.

El director del OPD consideró que la respuesta inmediata del Gobierno dominicano se dio a tiempo y en la dirección correcta ante la magnitud de lo ocurrido en Haití. “El presidente Abinader ha actuado en la dirección correcta, ya que justamente lo primero era garantizar nuestra seguridad nacional y lo segundo era movilizar la comunidad internacional especialmente a la OEA, ONU y a Estados Unidos para que establezcan una intervención efectiva que permita recuperar el orden y restaurar el orden democrático en Haití”, sostuvo.

Espinal Báez señaló que la inversión extranjera de momento podría quedar impactada por la inseguridad jurídica y el caso de Haití. “Para comenzar, debemos decir que limita el intercambio comercial y de tránsito entre ambas naciones, haciendo más costosa y difícil la ejecución y la generación eficiente de las inversiones y aumentado por el clima de inseguridad física y jurídica de Haití”, comentó Espinal Báez.

Igualmente, agregó que en la región hay una confrontación en los ejes de Cuba, Venezuela y Nicaragua con los Estados Unidos como parte de la lucha geopolítica mundial. “Esa confrontación podría entrar en la isla”, advirtió Espinal Báez. Apuntó que la situación también atrasa los planes de normalización migratoria, pospone negociaciones en marcha e impone una lógica militar de gestión de las diferencias.

“Somos dos naciones vecinas, lo que pasa en una tiene efecto en la otra, nos corresponde contribuir a que el hermano pueblo haitiano encuentre estabilidad política y avance en su desarrollo socioeconómico”, consideró el politólogo.

Obispos condenan magnicidio

La Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) expresó profunda condolencia al pueblo haitiano y a los familiares del asesinado presidente Moise y elevan oraciones por la recuperación de la primera dama, Martine Moïse, que fue herida de gravedad. “Deploramos, repudiamos y condenamos dicho acto deleznable y bochornoso, pues la violencia nunca conduce ni a la concordia ni a la paz. Es necesario retomar los caminos del diálogo y la institucionalidad para favorecer un clima de armonía”, señala en un comunicado. Explicó que se mantienen atentos para continuar brindando el servicio pastoral al pueblo haitiano.

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