El papel de España como interlocutor en las relaciones América Latina-UE
El papel de España como interlocutor en las relaciones América Latina-UE

Madrid, (EFE).- La presidencia española de la Unión Europea (UE) en el segundo semestre de este año y la cumbre UE-CELAC, que se celebrará en julio en Bruselas, se presentan como dos importantes oportunidades de relanzar las relaciones entre América Latina y Europa tras años de distanciamiento y con la entrada en la región de China, principalmente, y Rusia.

El primer contacto entre América Latina y Europa será la Cumbre Iberoamericana que se celebra esta semana en Santo Domingo, un encuentro que, según el secretario general iberoamericano, el chileno Andrés Allamand, será el mejor momento para “tomar la temperatura” de lo que los países latinoamericanos esperan de la presidencia española de la UE.

España ya ha anunciado que, durante ese periodo, en materia de política exterior habrá una apuesta clara por reforzar las relaciones entre ambas regiones, según palabras del ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, quien confía en que tras este nuevo acercamiento “nunca más” la Unión Europea de la espalda a la región latinoamericana.

En una reciente intervención, Albares aseguró que el semestre de Presidencia española de la UE servirá para fortalecer los lazos con Iberoamérica desde una visión “muy europeísta”.

Sin embargo, según el experto en relaciones internacionales y director de la Fundación Carolina, José Antonio Sanahuja, se debe evitar hablar de España como «el puente o la puerta» de acceso de Latinoamérica en España, ya que los latinoamericanos «tienen interlocución directa con Bruselas y no necesitan a España para ello».

«Otra cosa es que te tenemos intereses compartidos, agenda y España, al ser miembro de la UE, tiene un papel más activo a la hora de defender esas agendas», explica a EFE.

Sanahuja destaca también la cumbre entre la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que no se celebraba desde 2015 «por la fractura en el seno político de América Latina, y que supondrá «por fin» un diálogo político de alto nivel, después de años sin interlocución con la UE.

Recuperar ese diálogo «era importante de por sí», asegura el experto en relaciones internacionales, pero ahora cobra especial relevancia dados los cambios en el sistema internacional, las guerras comerciales o las intervenciones económicas: todo hace que la relación sea más importante».

La guerra de Ucrania hace también importante un diálogo político en la búsqueda de una salida al conflicto, añade Sanahuja.

UNA TRIPLE TANSICIÓN

Pero además, según el internacionalista español, latinoamericanos y europeos atraviesan lo que denomina «la triple transición»: socioeconómica, porque después de la pandemia hay sociedades más fracturadas, pobreza y desigualdad «que erosionan el funcionamiento de sistemas democráticos».

Sanahuja habla también de la transición productiva y digital y de la verde y ecológica de la matriz productiva energética hacia la descarbonización.

«En esas estamos todos. Tenemos recursos, capacidades que nos interesan mutuamente, tecnología, materias primas, conocimientos, aprendizajes e interrogantes sobre cómo hacer estas transiciones y un imperativo común a ellas», explica.

Y también -matiza- estas transiciones «tienen que ser justas, y no sabemos muy bien cómo hacerlo. No es que Europa tenga que ir dando lecciones, sino cómo juntos tratamos de innovar, encontrar fórmulas, porque tenemos que reconocer que es nuevo para todos, restos sociales que tenemos que enfrentar».

ESPAÑA EN LA UE

Para llevar a término el trabajo en conjunto, Sanahuja insiste en que hay que invertir capital político, «hacer política, dedicarle esfuerzo, tiempo y diálogo. Y España -desde la presidencia de la UE- puede ayudar en esto, supone una implicación política en Bruselas hacia Latinoamérica que en otros momentos no ha existido».

Aunque, puntualiza que «no hay que sobredimensionar el papel de España encabezando la UE: «valdrá para introducir algunos temas en agenda y dar un empujón a otros que están ahí y no estaban avanzando tan rápido».

Entre ellos, el acuerdo UE-Mercosur, que lleva 22 años en agenda y se encuentra actualmente bloqueado.

«En ese terreno España puede dar un mayor impulso político y aproximar a otros estados que no están convencidos», señala Sanahuja, quien sin embargo ve en la llegada del Luiz Inacio Lula da Silva a la presidencia de Brasil como un «factor clave» en el avance de las negociaciones.

«Había un obstáculo, que era (el expresidente brasileño Jair) Bolsonaro y su política ambiental que hacía que el acuerdo fuera indefendible para parte de la opinión pública europea y latinoamericana», concluye. 

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