Paulina Alcántara tiene veinte años en el negocio de comida en Boca Chica, sigue una tradición familiar

“Veinte años no es nada”, dice la canción de Carlos Gardel, aquel cantante, compositor y actor de cine nacionalizado argentino en 1923. Para la dominicana Paulina Alcántara, dos décadas han sido bastante tiempo.

Y lo ha sido, si calcula todo lo que ha podido hacer desde que comenzó a vender comida en la playa de Boca Chica, veinte años atrás. Ha llovido mucho desde entonces en República Dominicana.

Lo que ha venido haciendo Paulina no es casual; es parte de una tradición familiar iniciada por su madre. Desde entonces, esta es su principal actividad económica, a pesar de que completó seis semestres de la carrera de Derecho en la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Tiene buen manejo y está acostumbrada a superar obstáculos. Es una persona que constantemente está persiguiendo cumplir metas. Y lo logra.

Como resultado de involucrarse, desarrolló un liderazgo comunitario con el que contribuye a mejorar su entorno y en el 2022 fundó la Cooperativa de Mujeres Fritureras de Boca Chica (Coop-lachica).
Paulina Alcántara, a quien personas conocidas ven claramente como una mujer súper emprendedora, en los últimos años ha tenido un importante acompañamiento, por parte de Supérate, un capítulo del Gobierno que sirve de sombrilla y en gran manera como incubadora para personas de clase humilde que muchas veces tienen una idea, pero les falta el dinero o la asesoría para poner a caminar un proyecto.

Y el proyecto de la referida dama camina “sobre ruedas”. “Nosotras hemos cambiado mucho con Supérate porque hemos puesto en práctica lo aprendido en administración. Precisamente, ahí era que teníamos el fallo porque no nos sabíamos administrar, pero, a través de los talleres de Mujeres SúperEmprendedoras, hemos aprendido”, resalta.

Y agrega: “En mi vida hubo un cambio luego de Supérate”. Antes de conocer el proyecto, la señora Paulina pensaba que una súper emprendedora era una mujer que se tiraba a la batalla y se daba a conocer por “ruido”. Hoy, con mucho orgullo dice que gracias a esta iniciativa aprendió que una mujer súper emprendedora es aquella que es capaz de conocerse a sí misma y dar de lo que lleva dentro, compartirlo con los demás.

Gracias a su esfuerzo y trabajo, Paulina ha recibido el premio “MujerSupérate2023”, y no disimula la alegría que eso le genera. Reconoce que el programa estatal es una iniciativa de elevado valor que empodera y reconoce la disciplina, el trabajo y la ardua labor de mujeres pertenecientes al programa Supérate en República Dominicana.

Paulina tiene los méritos que le hicieron merecedora de tal distinción. Una distinción que le hace sentirse más comprometida con la actividad comercial que ha desarrollado por cuatro lustros.

Ahora está mucho más preparada para ahorrar, llevar el curso de sus finanzas y para organizar su pequeña empresa.

A otras mujeres que quieren emprender, Paulina les envía el mensaje de que sí se puede.
“Poniendo de su parte y sin dejarse opacar de nadie, claro que se puede avanzar y llegar al lugar que se desea”, asegura. Su relato termina con un extenso agradecimiento a Supérate y al programa que le cambió la vida: “Gracias por la oportunidad, gracias por enseñarnos, por estar de la mano conmigo, ¡gracias por elegirme!”, dice.

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