Alexandra es oriunda de Nagua y ha sabido aprovechar su capacidad para confeccionar piezas muy cómodas para “chiquitines”

En el tejido de ropa para bebés, Alexandra Alejandro de Jesús aprendió por cuenta propia. Su capacidad para hacer piezas que se acomodan a las medidas y necesidades de los pequeñines no se discute.

A sus 27 años sueña con tener su local para comercializar todo lo que su imaginación y capacidad le permiten producir. Ha sido autodidacta en el oficio. Y lo ha sido por necesidad. Una necesidad que le condujo al lugar que ocupa hoy: Aquel que le genera enorme satisfacción.

De entrada, miraba cursos o tutoriales por YouTube y a eso le fue sumando una buena dosis de empeño y motivación hasta dar los primeros puntazos.

Ha debido superar obstáculos, pero transita por el camino que conduce al éxito. Un éxito que suele acompañar a quienes lo persiguen y luchan por él.

Alexandra está dispuesta a perseguir mucho más sus sueños, según le cuenta al periódico elCaribe.
Siempre mostró interés por la actividad en cuestión, pero no se disponía a aprender hasta que, durante la cuarentena por la presencia de covid-19, sin empleo y con deseos de emprender algún oficio para tener ingresos extra, empezó a tejer algunas piezas.

Sus conocidos fueron los primeros testigos de los diseños con los que se abrió paso. A ellos los mostraba y siempre se mantuvo abierta a las opiniones y recomendaciones. Poco a poco la gente solicitaba prendas para bebés lo que se convirtió en un reto para Alexandra.

Tomó un préstamo a la Fundación Dominicana de Desarrollo (FDD) y compró los materiales para producir. A medida que lograba elaborar una pieza nueva, se enamoraba más de su emprendimiento. Luego una tienda virtual se interesó en ofrecer sus creaciones, y es ahora un importante canal de venta. El primer crédito que tomó fue de 15 mil pesos y ya va por 50,000, siempre dando fiel cumplimiento a las cuotas de pago.

La FDD ha recorrido un largo camino en el otorgamiento de microcréditos y en la capacitación y acompañamiento financiero en el país y cada día robustece sus acciones.

Alexandra produce vestidos para niñas, conjuntitos para bebés, baberos, guantes, zapatos, gorros, lazos para el pelo y otros accesorios.

Para lograr el menor costo de materia prima siempre procura buscar diferentes suplidores por lo que, de vez en cuando se traslada de Nagua a Santo Domingo y a otros puntos del país.

Vio una oportunidad de diferenciarse de la competencia, de quienes trabajan con hilo de lana, por lo que usa hilo de algodón, que es mucho más práctico para el clima dominicano y caribeño, además de ser de mayor calidad.

Los testimonios de algunos de sus clientes indican que sus productos ofrecen gran variedad. Valoran su actitud para la atención y la entrega a tiempo, admiran la dedicación y el empeño que pone por salir adelante.

“Constantemente estoy mirando videos de cómo puedo mejorar la técnica y aprender nuevos diseños. Con mis ganancias pude adquirir una passola con la cual me traslado a mostrar y llevar la mercancía a clientes. Estoy ahorrando para mi futuro”, indica.

“Mi plan es dedicarme por completo a mi negocio. Actualmente, soy empleada de un comercio, pero en ese trabajo paso mucho tiempo sentada y aprovecho para tejer cuando no hay clientes. Quiero producir en mayor cantidad para suplir a varias tiendas, presentando una mayor oferta y variedad en mis redes sociales. Luego, mi sueño es ubicar un local para exhibir la mercancía y entrenar a madres solteras, para que puedan trabajar conmigo y obtengan sus propios ingresos”, explica.

En Latinoamérica, cada vez más mujeres aprenden técnicas para elaborar manualidades guiadas por cursos virtuales. Para muchos, como Alexandra, más que un pasatiempo es un medio de sustento. Se le puede contactar en el teléfono 809-463-6165.

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