Es de interés estatal promover el incremento de las actividades que contribuyan al desarrollo social y económico del país, entre ellas encontramos al turismo como punto referente en la República Dominicana, por lo cual se han creado una serie de mecanismos desde todas las estructuras del Estado, donde convergen para su eficaz cumplimiento y desarrollo no solo el ejecutivo encargado de implementar las políticas públicas, sino también los poderes Legislativo y Judicial.

El artículo 1 de la Ley No. 541, Orgánica de Turismo de la República Dominicana consagra que es “de interés nacional la promoción estatal del turismo y de las actividades conexas a ésta. Esta promoción se realizará mediante programas de diferente índole destinados a estimular viajes de extranjeros a la República Dominicana y de los habitantes de ésta de un lugar a otro del territorio nacional, con propósitos recreativos, científicos o culturales, dándose particular preferencia especialmente a los lugares donde el patrimonio turístico nacional tenga sus más importantes expresiones históricas, religiosas, arqueológicas y de recursos naturales o de cualquier otro orden”.

La importancia del turismo en la reducción de la pobreza y la creación de puestos de trabajo no puede ni debe sobreestimarse. El turismo debe ser considerado cada vez más como una fuente importante de crecimiento económico, particularmente en los países como el nuestro, turismo que se ha recuperado a pesar de la crisis del Covid-19, y es unas de las principales fuentes de ingreso para el Estado, tal como queda evidenciado en los diferentes informes oficiales, recuperación de la que como dominicanos debemos sentirnos orgullosos.

Dado el reconocimiento del turismo como práctica que aporta de manera significativa a la calidad de vida de las personas, se experimenta un crecimiento importante en cantidad y variedad de viajeros, por lo cual, como país receptor, debemos tratar de mantener unos estándares que no solo incluyan el reconocimiento y respeto de los derechos fundamentales, sino también una de las grandes preocupaciones actuales, el respeto y cuidado del medio ambiente.

La Organización de las Naciones Unidas ha establecido: “El turismo comprende las actividades que realizan las personas durante sus viajes y estancias en lugares distintos al de su entorno habitual, por un período de tiempo consecutivo inferior a un año, con fines de ocio, por negocios y por otros motivos turísticos, siempre y cuando no sea desarrollar una actividad remunerada en el lugar visitado”.

Es notable que el turismo como un derecho se ha promocionado por la comunidad internacional a través de su consagración en el Código Ético Mundial para el Turismo. Aprobado en 1999 por la Asamblea General de la Organización Mundial del Turismo, ese texto no es jurídicamente vinculante, sino que incorpora un mecanismo de aplicación voluntaria. De acuerdo con el párrafo 2 del artículo 7: “El derecho al turismo para todos debe entenderse como consecuencia del derecho al descanso y al ocio, y en particular a la limitación razonable de la duración del trabajo y a las vacaciones pagadas periódicas, que se garantiza en el artículo 24 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en el artículo 7.d del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales”.

Debemos de procurar que todo el mundo, como turista, pueda disfrutar del planeta y de sus recursos, pero esto conlleva tomar en cuenta y respetar factores como el crecimiento de un turismo sostenible, capaz de satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras.

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