Nos sentimos seguros y orgullosos de nuestras cosmovisiones. Como en una galería de arte, enmarcamos experiencias, puntos de vista, ideas, conceptos barrocos, formatos y estilos de pensamiento. Entre una y otra, validamos cada obra pacientemente creada como arte; con los años nuestra galería posee piezas invaluables e inalterables y plenamente convencidos, hablamos, “así soy yo”, “no puedo pensar de otra manera”, “es inaceptable”, “hazlo como yo y verás”, “no te arrepentirás de hacerme caso”, “hazlo como gustes, a mí no me cambia nadie”, “a mi manera”, “mi receta es la mejor”, “ya lo he visto todo”, “se lo que me vas a decir” “te lo dije” “no creo en eso”… Hasta que humildemente llega ese experto en nada, residente indiscreto de punto ciego y boom… ¡se hizo la luz!

Posted in Rosas para el alma

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas