Conocemos el dicho “se puede dar sin amar, mas no se puede amar sin dar”, pues hay que tomar en cuenta que oportunamente toda dádiva vuelve a ti, de modo que “lo que das siempre da la vuelta y te encuentra”. La vida no se queda con nada, nuestros hechos son semillas y la naturaleza de ellos generará matemáticamente consecuencias y resultados, frutos o cadillos, lo dulce, lo agrio o lo amargo. Por tanto da en buena medida, rebosada de amor, porque quien da amor conforta, quien da recursos bendice, quien se da sana! Cuando la vida te ponga por estrecho, acepta el reto, ha llegado tu momento de ensancharte y mostrar lo que llevas dentro. Después de dar siempre serás más rico, después de creer siempre serás más sabio.

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