El 31 de marzo del 2020, el gobierno de Malasia se vio obligado a emitir un comunicado pidiendo disculpas por las recomendaciones a las mujeres sobre cómo debían comportarse en sus hogares durante la crisis del Covid 19: no molestar a sus esposos, no hablarles demasiado alto y sí maquillarse y vestirse bien. A los pocos minutos las redes sociales estallaron en protestas. Y fue tan importante no tanto porque muestra la pervivencia de la mentalidad patriarcal, sino por la rápida reacción de miles de personas expresadas en internet en contra de esa declaración, y por conseguir que el gobierno tuviera que retractarse en los medios públicos. Un impacto significativo para la población de ese país.

Pues el feminismo es un movimiento social y político que empezó formalmente a finales del siglo XVIII y que supone la toma de conciencia de las mujeres como colectivo humano, de la opresión, dominación, y explotación de que han sido víctimas históricamente por parte del colectivo de varones.

Sin duda el feminismo no solo ha conseguido llamar la atención mundial sobre la invisibilidad y la ausencia de las mujeres en el ámbito social y político, sino que ha ido formando y transformando significativamente los entornos, y también ha revelado y criticado las desigualdades entre los sexos y entre los géneros, a la vez que reclama y promueve los derechos e intereses de las mujeres y surge como consecuencia de la conciencia respecto de su estatus subordinado en la sociedad.

Pero la realidad de hoy día es otra. Los datos sobre violencia de género del año 2017 dicen que el 58% de las víctimas de homicidios cayeron a manos de un miembro de la familia. Esto se traduce en 50.000 mujeres asesinadas durante ese año y más de 30.000 a manos de su pareja.

En las estadísticas sobre la trata de personas según el Informe Global de Trata de Personas de la ONU con datos del 2018, se constata el aumento de este lucrativo y terrible negocio. El 72% de las víctimas reportadas son mujeres, muchas de ellas prostituidas y Naciones Unidas estima que el número total es de 22 millones, ya que la inmensa mayoría están sin identificar.

Los hombres tienen un 50% más de riquezas que las mujeres, y los 22 hombres más ricos del mundo tienen más capital que todas las mujeres de África juntas. En la lista de las personas más ricas del mundo que publica la Revista Forbes (año 2020) no se ve ninguna mujer hasta el puesto número 10.

Para terminar, el movimiento feminista ha existido con fuerza en la agenda política y social de los países latinoamericanos, desde la exigencia por el aborto libre a la denuncia de los feminicidios. Un fenómeno global, pero que en la región tiene unas particularidades propias que engloban una pluralidad de reivindicaciones que van más allá de la lucha por la igualdad de género.

Posdata. Pido una oración por mi hermano gemelo Rafael Terrero que se restablece y se mantiene estable después de una caída. Y como siempre doy gracias a Dios y a todos los que al enterarse han llamado y orado.

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