La Liga Dominicana de Fútbol (LDF) está finalizando su séptima temporada con unos protagonistas muy peculiares. Cibao FC que llega a su cuarta final, y Club Atlético Vega Real que nunca había pisado ese terreno.
Parecería que se enfrentan la experiencia de un equipo veterano, contra la inexperiencia de uno debutante en estos clásicos, hecho que no define un vaticino.
Sucede lo contrario con los dirigentes.
Edward “Beba” Acevedo, Director Técnico (DT) de La Vega, se puede catalogar como un veterano en finales por la cantidad que suma en ese puesto con diferentes equipos, más las que vivió como jugador cuando pertenecía al hoy conjunto rival. Mientras que Jorge Alfonso, DT de Cibao FC, llega a su primera.
Esto tampoco define un vaticinio.
Será una final muy reñida, interesante, sin nada regalado, ni un pronóstico garantizado, donde hasta el saque inicial del primer juego ambos conjuntos tienen la misma oportunidad y se sienten campeones.
Será una conclusión cargada de muchas estrategias, que al igual que la etapa anterior tendrá un marcador global después de dos partidos, con dos equipos que ya colocan su nombre en los campeonatos internacionales.
Las reglas son claras. El equipo que ganó la fase regular (Cibao FC) tiene el puesto número dos para representar la LDF en los torneos del Caribe, y el campeón del torneo tiene el primero.
Significa que a la hora de los sorteos en esos eventos el campeón estará como cabeza de grupo, con posibilidad de enfrentar sub campeones de otras ligas de la zona.
Es decir que ambos conjuntos además del objetivo principal, ser campeón, aspiran a colocarse como cabeza de grupo con la misma intensidad que aquel que sueña con el premio mayor.
Nosotros desde aquí soñamos con ver buenos partidos. Juegos de mucho fútbol, sin faltas dramatizadas, sin teatro, sin muchas tarjetas, aspiramos a dos juegos que además de coronar un campeón se muestren niveles tan altos, como los que vivimos en el saque inaugural del torneo, en las piernas del presidente de todos los dominicanos, Luis Abinader.
