La Oficina Nacional de la Defensa Pública (ONDP) es un valioso instrumento de lucha en procura del respeto y fortalecimiento de los derechos humanos. Pero la misma se encuentra en un proceso de crisis interna. La lucha, en sí misma, no es mala. La no resolución de la misma por las partes en conflicto, sí.

La dirección de la (ONDP) y los defensores están en pugna, mientras los afectados pueden ser otros e, inclusive, todo el sistema de justicia penal del país. Ojalá esta crisis se resuelva a breve término.

Nunca he escrito sobre la ONDP, pero presto mi columna para que los defensores que reclaman aumento de salario se expresen y pueden llevar sus reclamos a un público más amplio.

De igual forma, si la dirección entiende prudente, tendrían este mismo espacio para sus respuestas.

Por: Juan De Dios Hiraldo Pérez
(Defensor Público)
Pocos personajes en la historia reciente, han alcanzado la dimensión humana, política e intelectual de Antonio Gramsci.

Uno de los temas esenciales enarbolados por el ilustre pensador italiano, versaba respecto al llamado Bloque Histórico, sistema, estructura y superestructura.

Decía que para que un Bloque Histórico sea viable, tiene que funcionar dentro y con un sistema, entendido éste por un conjunto de elementos que se unen entre sí armónicamente para alcanzar un fin determinado. Un sistema no es la mera suma de elementos, sino que este es posible sólo cuando los elementos constitutivos lo hacen a través de una serie de interrelaciones simultáneas en la diversidad, pero guardando cierta sincronía. El sistema genera a su vez manifestaciones ideológicas que permiten el control de las clases dominantes (que son la minoría) sobre las clases dominadas (que son la mayoría).

Los Defensores Públicos hemos iniciado una lucha histórica, cuyo fin es tener un Salario Digno, pero las clases dominantes (que son la minoría), insisten en perseguirnos no obstante saber en su inconsciente que nuestra lucha es justa.

Es por ello que nos hemos valido del pensamiento de Antonio Gramsci, para hacer una reflexión sobre el momento que estamos viviendo. “Una verdadera crisis histórica ocurre cuando hay algo que está muriendo, pero no termina de morir y al mismo tiempo hay algo que está naciendo, pero tampoco termina de nacer”. “En el tiempo y en espacio donde esto ocurre, ahí se presenta una auténtica crisis orgánica, crisis histórica, crisis total”. “En la Defensa Pública no lo olvidemos, desde hace varios años estamos en una verdadera crisis orgánica, una verdadera crisis gramsciana, una crisis histórica. Lo que está muriendo se niega a morir y todavía no termina de morir y lo que está naciendo tampoco ha terminado de nacer”.

Estamos en el epicentro de la crisis, buena parte de los años por venir formarán parte de esa crisis histórica hasta que no muera definitivamente el nepotismo institucional y nazca plenamente la fraternidad, la mesura y el reconocimiento del trabajo realizado por los defensores públicos.

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