“Conglomerado humano”. Así le llamó el profesor Bosch a Haití, negando fuera una Nación, sino más bien una multitud. Leonel recientemente le ha sumado que es un “Estado colapsado”; eso, digo, si acaso llegó a ser un “Estado fallido”.

Esa tragedia humana haitiana pretenden tirárnosla encima, y ya se ve la complicidad de este torpe gobernante, Presidente Abinader, quien pretende darle forma legal a esa innominable actuación con el “Proyecto de ley sobre trata de personas, explotación y trafico ilícito de inmigrantes”.

El 28 de noviembre de 2022, en su columna “Observatorio Global”, bajo el título “La República Dominicana bajo ataque”, el Dr. Leonel Fernández lanzó una clarinada: “Se abre a la luz una posible explicación que aclara el verdadero objetivo estratégico de lo que se procura, al pretender convertirnos en campamento de refugio de ciudadanos haitianos”. Y ahora a solo unos días lanzó una proclama: “La República Dominicana es soberana e independiente para decidir sobre su política migratoria”.

En noviembre 2022 se refería a la visita de la Subsecretaria de Estado para la Seguridad Ciudadana, Democracia y Derechos Humanos, Uzra Zeya, y a la “nota informativa del Departamento de Estado, la agenda de la funcionaria norteamericana consistiría en enfatizar el compromiso estratégico de Estados Unidos de promover los derechos humanos, contrarrestar la corrupción, reconocer los derechos laborales, combatir la trata de personas, resolver la situación de las personas apátridas y prestar servicios a todas las personas vulnerables, incluidos los haitianos”.

Luego cita “las declaraciones del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi quien instó a no devolver a los haitianos a su país, debido a la crisis humanitaria y de inseguridad extrema que actualmente afecta a esa nación caribeña”. Luego, lo referido por el “Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, quien en más de una ocasión ha insistido ante las autoridades dominicanas para que cesen lo que él denomina como ‘devoluciones forzosas’ de haitianos”.

Se refiere al comunicado de la embajada de Estados Unidos n el que se alertaba que “en los últimos meses viajeros a la República Dominicana habían sido sometidos a retrasos o detenciones en los puertos de entrada por funcionarios de migración, basados en el color de su piel”; y agrega que: “la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, emitió una orden para impedir que los embarques de azúcar de Central Romana puedan ingresar a ese país.”

El doctor Fernández bajo el subtítulo “Rechazo Unánime” explica que: “Frente a esa andanada de ataques que procura convertir a la República Dominicana en centro de refugio de ciudadanos haitianos, el rechazo ha sido unánime. Además del Estado dominicano (así lo hacía creer el Jefe de Estado Abinader, nota mía, far), se han manifestado las diversas organizaciones cívicas, los partidos políticos, las iglesias, los empresarios, los principales medios de comunicación y la población en sentido general”.

Y para que el Presidente Abinader y su PRM no aleguen ignorancia, advertía: “El rechazo ha conducido a la indignación, a la ofensa colectiva, a la vulneración del sentimiento patriótico y a la ira popular, por la creencia generalizada de que todavía, en pleno siglo XXI, pueda existir el propósito deliberado de pretender degradarnos como colonia o patio trasero de una potencia mundial.”

¡Expresemos indignación colectiva!

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