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Los antígenos de grupos sanguíneos son estructuras proteicas localizadas en la membrana de los eritrocitos, (Glóbulo Rojo) con funciones biológicas, fisiológicas, y clínicas. De esta última, las transfusiones sanguíneas, a veces, única alternativa terapéutica para algunas condiciones de salud. Basadas en la coincidencia de presencia o ausencia en el receptor y donador de los diferentes antígenos sanguíneos, pre-transfusión, base fundamental para la transfusión de sangre segura. Estos antígenos son parte de los genes heredados según la ley de Mendel, de ambos padres, a hijos, por lo que en ocasiones se utilizan como exclusión de paternidad, establecer parentesco familiar, conocer estadística de los patrones de prevalencia fenotípica de los grupos sanguíneos, mediante la tipificación en las poblaciones de un país, lo cual se corresponderá de acuerdo con las etnias diferentes. Se han establecido funciones biológicas y fisiológicas, de ahí la importancia de la expresion de las proteínas con sus antígenos en la membrana eritrocitaria. La Sociedad Internacional de Transfusion Sanguínea (ISBT) reconoce alrededor de 400 antígenos y 43 sistemas de grupos sanguíneos, el ultimo (“ABCC1”) recién descubierto en paciente renal brasileiro. Los sistemas ABO y RH son los más conocidos y de mayor importancia clínica.

Al inicio de las transfusiones sanguíneas entre humanos, en 1818 por James Blundell y otros médicos de la época, se creía que todas las sangres eran iguales. Fue al observar que algunos pacientes al ser transfundidos mejoraban significativamente y otros morían lo que motivó a los médicos de la época a investigar el porqué. En el 1900 Karl Landsteiner y sus 22 colaboradores se extrajeron sangre, observaron al mezclar el suero de uno con las células de los otros que algunos aglutinaban otros no. Así se conoció que era por la existencia de los antígenos A y B del sistema sanguíneo ABO, por los que se estableció mediante la tipificación sanguínea personas de grupo “A”, porque se detecta en la membrana de sus eritrocitos presencia de antígeno A, grupo “B” los que poseen el antígeno B, grupo “AB” en los que presentan antígenos A Y B y grupo “O” los que tienen ausencia de los dos antígenos. El más importante clinicamente en la práctica transfusional ya que, transfusión ABO incompatible, produce reacción de dolor abdominal, hemólisis intravascular, insuficiencia renal y/ o muerte. En trasplantes de órganos, también debe existir compatibilidad de grupo ABO ya que estos antigenos estan presentes en tejidos.

El sistema RH, es el segundo en importancia clínica, principalmente por el antígeno D. el más complejo de los sistemas de grupos sanguíneos. En los seres humanos, se han identificado en su proteina más de 50 antígenos, aunque cinco (D, C, c ,E y e) son los responsables de la mayoría de las inmunizaciones clinicamente significativas. La presencia o no, del antígeno D en los eritrocitos de una persona, lo establece como RhD positivo y/o Rh negativo, refiriéndose a quien posee o no este antígeno D en la membrana eritrocitaria, considerado el más inmunógeno de este sistema, pues inmuniza a la mayoría (80%) de los Rh negativos transfundidos con sangre positiva, es responsable de la muerte en muchos niños por la Enfermedad Hemolítica del Recien Nacido. Esto sucede en mujeres RhD negativas gestando feto RhD positivo, heredado del padre, y a la que no se le administró vacuna Rhogam, en su primer embarazo. Fue descubierto en 1939 cuando Levine y Stetson observaron que una mujer embarazada RhD negativa que necesitaba transfusion, aglutinaba el 80% de las muestras con las que se trataba de transfundir, (eran RhD positivos) con sangre de su marido también presentó reacción transfusional. Este hecho motivó estudios que resultó con el descubrimiento del sistema RH.

Pruebas moleculares sugieren que las proteínas Rh desempeñan función transportadora de urea, producida por el proceso de digestión de las proteínas por bacterias intestinales. Por tanto son eliminado por la orina. Los RH se integran para el intercambio de O2/CO2 en la membrana eritrocitaria. Ademas poseen función estructural, pues se ha observado que individuos que carecen del grupo RH, o sea son fenotipo Rh nulos, que presentan anormalidad en la morfologia del glóbulo rojo llamada estomato-esferocitosis, caracterizadas por presentar hemolisis crónica, forma esférica y alteración de la permeabilidad eritrocitarias a los cationes.

Nadie está exento en necesitar transfusión sanguínea en circunstancias adversas de salud, en la que la única alternativa terapéutica es la sangre. Es por eso la detección de los antígenos sanguíneos en la práctica transfusional es esencial en los servicios de salud, para apoyar la terapia de los pacientes con enfermedades que comprometen la esperanza de vida y requieren de hemocomponentes oportunos y seguros.

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