Señora Virgen de Altagracia, domicilio conocido. Reciba nuestras felicitaciones en su cumpleaños, al tiempo de recordarle las dos cosas que, a través de millones de ruegos, este país bajo su cargo le ha pedido para este año: eliminar el diabólico Covid 19, que ha causado centenares de muertes, y hacer todo lo posible para que se castigue a los no menos diabólicos corruptos, condenándolos aquí y hasta prohibiendo su entrada al Cielo. No nos falle, doña Virgen, para que sigamos reeligiéndola, como cada año lo hemos hecho desde que la trajeron los invasores españoles (que con su ayuda fueron expulsados de aquí). Gracias.

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