Al aceptar su derrota electoral, el paranoico de la Casa Blanca se salvó a chepa de lo que le iba a pasar, pues, en reciprocidad a lo que siempre ha hecho Estados Unidos con nosotros, el Presidente Abinader había dispuesto nuestra colaboración en la pacificación de ese país hermano, y ya había instruido a la embajadora Sonia Guzmán a que le ofreciera a Joe Biden nuestro amplio concurso para asegurar su juramentación presidencial y preservar la democracia norteamericana de todo peligro (incluyendo un golpe de Estado trumpista), hasta con el eventual desembarco en Washington de tropas dominicanas, todo en bien de la paz hemisférica.

Posted in Fogaraté

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas