Permítaseme iniciar esta entrega de hoy con dos reflexiones sobre el sistema de gobierno que hemos dado por llamar democracia, en relacion a los Estados Unidos de América, y a los hechos acontecidos el miércoles en el Capitolio.
La misma es de dos destacados hombres de esa gran nación, que en estos días han puesto en juego el prestigio de su democracia. Y en sus inicios tuvo la fortuna de contar con numerosos hombres de gran visión y generoso corazón y nobleza de espíritu, que sentaron las bases sólidas y firmes para un sistema político capaz de mejorarse y adaptarse a cambiantes circunstancias sociales.

La primera pertenece a George Washington, en su discurso de despedida a la nación. Este gran hombre afirmó lo siguiente. “La base de nuestro sistema político es el derecho que le asiste al pueblo para establecer y para alterar su constitución y su gobierno”. Y la segunda, no menos contundente constituye un pensamiento de Thomas Jefferson, quien proclamó con gran gallardía que “la voluntad del pueblo es la única base legítima de cualquier gobierno, y proteger su libre expresión debe ser el objetivo primordial”.

Pues el miércoles 6 de enero Mike Pence como maestro de ceremonias de la solemne sesión del Congreso que tenía que ratificar a Joe Biden como el 46 presidente de Estados Unidos de América, y vicepresidente saliente, y casi 4 años de leales servicio a Donald Trump. Anunció mediante comunicado antes de la apertura de la histórica sesión del Capitolio lo siguiente.

“Hoy quiero garantizar al pueblo estadounidense que mantendré el juramento que hice ante ellos y ante Dios Todopoderoso.
Cuando la sesión conjunta del Congreso se reúna hoy, cumpliré con mi deber de abrir los certificados, escuchar las objeciones de senadores y representantes y contar los votos del Colegio Electoral de acuerdo con nuestra Constitución, leyes e historia.
Que Dios me ayude”, anunció Pence mediante comunicado poco antes de la apertura de la sesión.

Pero en el momento en que ambas cámaras celebraban la sesión para corroborar los resultados de las elecciones, donde el congreso debe ratificar al ganador no fue posible a la hora acordada. El mundo fue testigo de lo sucedido en esa gran nación del orden y del respeto a sus instituciones, momentos donde personas se amotinaban para agredir y asaltar el Capitolio, y penetrar en busca de una revuelta civil.

Aun así Pence mostró su apoyo a Trump en todo momento, pero acogiéndose a la Constitución, su lealtad no decayó, solo que se entendía que jugaría su rol que reserva a los vicepresidentes la Constitución. Es un papel ceremonial. Que consiste en abrir los sobres y leer su contenido, nada más. Y así sucedió 14 horas más tarde. Certificaron a Biden.

Para terminar, la democracia de Estados Unidos, vivió este miércoles una de las jornadas más oscuras en décadas.

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