En la famosa y mítica serie de televisión titulada El Chapulín Clorado, El Chavo del 8, ideado también por el talentoso productor, actor y humorista mexicano Roberto Gómez Bolaños, viene a cuento en este artículo.

¿Por qué tal afirmación? Es referente al viejo y siempre presente tema que marca a los niños desamparados (los niños de la calle) de República Dominicana.

Los niños indigentes, iletrados, andrajosos y miles de ellos huérfanos, sin ninguna perspectiva de cambiar su terrible estatus social, económico y educativo.

En la serie producida por Gómez Bolaños que tenía como protagonista a El Chapulín Colorado, cuando una persona pobre del barrio (de la llamada vecindad) estaba en serios apuros, sin que nadie fuera en su auxilio, proclamaba -con un llamado desesperado-, y ahora, ¿quién podrá defendernos?

De repente, se presentaba con su voz ruidosa, pero atendiendo al llamado de auxilio, El Chapulín quien decía: “Yo, El Chapulín Colorado”

Los abandonados niños dominicanos, que andan por doquier (deambulando por calles y avenidas del país) solicitando dádivas para tratar de saciar su miseria, no han tenido nunca la protección del Estado. Y en la práctica ninguno de nuestros gobiernos se ha ocupado de resolver tan grave problema.

El nodal tema de la niñez indigente del país lo he tratado varias veces en esta tribuna, pero no ha tenido la respuesta que esperamos: La de que las autoridades oficiales vayan en auxilio de ese marginado sector de nuestra degradada sociedad.

Mi inquietud, que la plasmo como ciudadano preocupado por tan cruda realidad social, podría parecerse, claro, guardando la diferencia, a la del legendario Sermón de Adviento pronunciado (en diciembre de 1511) por el sacerdote Fray Antón de Montesinos y que por no encontrar la buscada respuesta fue calificado como “La voz que clama en el desierto”.

Reconocer que en país tenemos, fuera del Estado, voces altruistas que no paran de luchar para que nuestros niños indigentes, desnutridos, andrajosos, analfabetos y abandonados a su suerte, encuentren algún día el urgente auxilio.

Pongo el buen ejemplo de la dama Leticia Mera quien es la coordinadora en República Dominicana del Programa de Desnutrición Aguda de UNICEF. Su trabajo lo realiza a través de los centros de salud y entidades comunitarias.

Pero es el Estado el que debe cumplir con la humana función en favor de la niñez desamparada. La que necesita que aparezca un Chapulín Colorado.

Los niños indigentes, andrajosos y marginados de la sociedad dominicana, ¿cuándo tendrán la tan reclamada protección del Estado?

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