Uno de los mayores aportes al caos vehicular en el Gran Santo Domingo proviene de los vehículos pesados que copan las principales calles y avenidas, lo que nunca se ha podido evitar pese a que en más de una ocasión se han ensayado planes.
Ahora se anuncia uno nuevo, al que se le dio inicio ayer como plan piloto hasta el 7 de noviembre, denominado Zona de Acceso Restringido (ZAR), liderado por la Alcaldía del Distrito Nacional, Obras Públicas, el Intrant, la Digesett y otras entidades públicas y privadas ligadas al transporte y a la industria.
Con el proyecto se pretende reducir el congestionamiento en las calles de la ciudad, lo que equivaldrá a ahorrar tiempo y combustible y a reducir las emisiones de CO2, entre otros beneficios.
Se redirigirá el paso hacia la Circunvalación Santo Domingo, excepto a los vehículos de reparto de combustible, concreto para obras, suministro de alimentos, productos médicos y farmacéuticos y los de industrias y centros de distribución que se encuentren dentro de la zona de acceso restringido.
Como incentivo, en los peajes circularán sin ningún costo los vehículos de cuatro o más ejes.
Por el número de entidades involucradas, quisiéramos pensar que nos encontramos ante un esfuerzo serio, y dicho sea de paso se le daría a la Circunvalación Santo Domingo el uso para el cual fue concebida, porque se encuentra subutilizada en la actualidad,
Fue “vendida” al país como una vía expresa con la que se evitaría que los vehículos cruzaran por la ciudad y se reducirían los taponamientos que se producen por la cantidad de vehículos que vienen del interior y se dirigen a otras localidades, mientras que permitiría un tránsito fluido y seguro entre las regiones.
En ese sentido, los viajeros del Cibao que van hacia el Este no tendrían que entrar a la ciudad y viceversa, además del ahorro de tiempo y energía que tendría un impacto favorable en el medio ambiente.
En hora buena llega el ZAR, y ojalá que este plan piloto traiga como resultado un alivio al pandemónium vehicular en el Gran Santo Domingo.
