Todos los años el 3 de diciembre se celebra el Día de las Personas con Discapacidad, una fecha en la que se trata de centrar la atención del mundo en una enorme cantidad de seres humanos que integran la minoría más amplia del planeta, y que confrontan dificultades, más que cualquier otro colectivo, en el acceso a la educación, al mercado laboral y por necesidades económicas.
Una de las causas es la discriminación a la que están sometidos por un mundo demasiado rígido en sus parámetros de normalidad y en cuanto a la diversidad. No hace mucho que se les llamaba inválidos y todavía se usan términos discriminatorios, como minusválidos o deficientes.
En República Dominicana, según datos de la encuesta Enhogar MICS 2019, realizada por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) con apoyo de Unicef, el 10 % de niños o niñas de entre 2 y 17 años tiene algún tipo de discapacidad motora, auditiva o visual. Eso sin abarcar la discapacidad intelectual.
Según la representante de Unicef en el país, Rosa Elcarte, entre los retos pendientes figura la necesidad de contar con un tamizaje neonatal, que con una gotita de sangre del talón del bebé podría detectar varias enfermedades y con un tratamiento oportuno se evitarían varias discapacidades.
La mencionada encuesta de la ONE establece que el 23 % de los niños con alguna discapacidad no acude a la escuela y, otra vez, el porcentaje aumentaría si se incluyera la discapacidad intelectual.
La representante de Unicef reconoce los esfuerzos del Ministerio de Educación para fortalecer el Centro Nacional de Recursos para las Necesidades Específicas de Apoyo Educativo Olga Estrella, a fin de que pueda ofrecer a los docentes mejores recursos pedagógicos para que puedan brindar a esos niños una educación inclusiva.
Las personas con discapacidad necesitan programas de atención, hospitales con el equipamiento necesario para sus tratamientos y planes de educación que faciliten su inserción social y laboral.
Mientras esperamos que esto suceda, seguiremos alentando un mayor compromiso de todos para que, alguna vez, los humanos seamos capaces de construir un mundo cada vez más humano.
