La campaña de vacunación centrada en los adultos mayores de 70 años arrancó. ¡Qué bueno! Pero percibimos que no fluye la información debida, y en consecuencia, predominan niveles de confusión.
¿Cómo acudir a un centro de vacunación? ¿Qué tan adecuados son los establecimientos seleccionados para alojar a personas mayores de 70 años?

Vemos a los concurrentes en filas. Pueden ser largas o difusas, pueden estar sentados en cualquier sitio, o pueden estar al aire libre.

La gente en esa edad está deseosa de vacunarse ante la temible Covid-19 y se somete a cualquier situación.

Bien entrada la noche, el gobierno informó que desde hoy se podrá acceder a la vacunación mediante citas en el sitio web www.vacunaterd.gob.do.

Sin embargo, el proceso continúa en diferentes puntos del Gran Santo Domingo y otras localidades.

Pero no hemos visto un listado, sea general, por provincias o municipios, que informe con precisión sobre la ubicación de los centros de vacunación.

La gente, de alguna forma, se entera de que en tal o cual institución ha abierto un “centro” de vacunación. Y ya vemos que empiezan las aglomeraciones, porque como no se tiene la información precisa en atención al sector donde las personas viven, acuden al sitio que ha sido mencionado por alguien o por algún medio.

En los centros también concurren jóvenes. No están enterados de que la campaña ha sido segmentada por fases.

Todos los detalles tienen que ser transmitidos a la ciudadanía de la manera más extensa y explícita posible. De forma redundante. No debe la gente andar a tientas buscando dónde inocularse, o levantándose a cualquier hora de la madrugada para evitar una larga fila.

Tras la vacuna se puede pescar otro mal. La misma Covid-19.
No somos categóricos diciendo que existe desorientación extendida sobre el plan de vacunación. Pero sí es prudente asegurar que la información es insuficiente y confusa.

El plan no fue compartido previamente con la sociedad ni publicitado, y hay que “descubrir” dónde están vacunando.

Los establecimientos han debido ser previamente identificados según las zonas de las ciudades, que respondan a accesibilidad, facilidades de parqueo y especialmente, medios adecuados para recibir, alojar y manejar a adultos mayores.

Si continúa como va, puede generar situaciones desagradables.

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