El acuerdo de cooperación firmado entre el Gobierno dominicano con los Estados Unidos debe ser el convenio más importante acordado en materia económica por los dos países, después del Tratado de Libre Comercio.
Así lo proyecta el volumen del acuerdo, un monto global de hasta US$2,000 millones, y el alcance del impacto en sectores claves de la economía dominicana, como el turismo, el energético y las infraestructuras.

Además el acuerdo está llamado a fortalecer las principales industrias del país, creará puestos de trabajo y reactivará la economía nacional.

El acuerdo fue suscrito por el presidente Luis Abinader y el canciller dominicano Roberto Álvarez, por la parte dominicana, y por el director ejecutivo de la Cooperación Financiera de Desarrollo Internacional y la embajadora de los Estados Unidos en República Dominicana, Robin Bernstein, por el Gobierno de los Estados Unidos. El acuerdo le da acceso a República Dominicana a un volumen e financiamiento por US$2,000 millones, y permite definir las estrategias para seguir promoviendo intereses conjuntos en materia de crecimiento e integración de la infraestructura en materia de seguridad energética, según define el documento. Para República Dominicana, el convenio es una especie de puente para retomar el camino de financiar obras de infraestructuras a través de créditos oficiales y de ir cambiando el perfil de la deuda pública externa, muy dependiente del componente comercial-privado, por el impacto de los bonos soberanos emitidos.

Será como retomar el uso ortodoxo del financiamiento público, esencialmente el externo, para obras de desarrollo, que generen riquezas, y no usarlo para cubrir gastos corrientes, que deben ser cubiertos por la recaudación sustentada en impuestos internos. Es una forma de disciplinar el gasto, pues cuando hay obras financiadas con recursos de organismos y gobiernos extranjeros los desembolsos están condicionados al cumplimiento de requisitos previamente establecidos.

Estados Unidos también logra su cuota de beneficio, no necesariamente en términos económicos, pero sí en el ámbito geopolítico, porque si como se adelanta uno de los proyectos de infraestructura a financiar es el Puerto de Manzanillo, el vecino del Norte desarticula la posibilidad de que la obra sea construida o financiada por China, como se rumoró luego de la firma del establecimiento de relaciones diplomáticas entre República Dominicana y China en el 2018.

Se trata pues, en sentido general, de un acuerdo importante y conveniente.

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