El mundo, todo el mundo, está en shock con lo ocurrido en Washington, la capital del más poderoso país democrático de la tierra, Estados Unidos, con la irrupción o asalto violento, como quiera llamársele, a la sede del Congreso, el Capitolio, la expresión esencial de los fundamentos fundacionales de ese gran país.
Que sucediera es insólito, pero lo increíble es que la multitud fuera alentada, exhortada, por el mismísimo presidente de la Nación, Donald Trump, quien les pidió a sus fanáticos que se dirigieran hasta la sede del Capitolio para impedir que se consumara el “fraude” que había posibilitado la victoria de Joe Biden.
Y en efecto, en plena sesión del Congreso, el tigueraje americano, la turba, penetró, se llevó de encuentro a la Policía, a la Policía de Estados Unidos, derribaron puertas, destruyeron ventanas, todo eso, en la nación líder de la democracia en el mundo. El ejemplo de las naciones democráticas.
El Congreso sesionaba en una ceremonia protocolar para ratificar los resultados de los colegios electorales que dieron a un ganador, Biden. Los legisladores, desconcertados, debieron atender las instrucciones de la Policía del edificio de que se lanzaran al suelo o buscaran protección.
Con los hechos bochornosos de ayer tarde lo que se pregunta es qué pasará con el futuro del presidente saliente, Trump, que intentó por todos los medios modificar los resultados electorales y que llegó al extremo de aupar la ocupación del Congreso.
Debería empezar a perder aprobación entre sus propios votantes más moderados, entre los organizados en el Partido Republicano. Correspondería abrirle un proceso judicial por el ataque al Congreso, y por sus desafueros durante los desafortunados cuatro años en el poder.
El presidente Biden debe insistir en su llamado a la conciliación, promover la unidad nacional, pero sus acompañantes y la parte más sensata del país, no pueden pasar por alto un golpe tan grave a la institucionalidad y al prestigio norteamericano en la comunidad internacional.
¡Qué pena por EEUU! ¡A dónde ha llegado Estados Unidos!
