El gobierno del presidente Luis Abinader ha decidido implementar la ejecución del décimo Censo Nacional de Población y Vivienda, desde el 10 hasta el 23 de este mes de noviembre, y esa decisión merece todo el apoyo de la población para que dicha jornada se desarrolle de la mejor manera y con los mejores resultados.

Es cierto que han faltado niveles de planificación, que no hubo una discusión previa con los diversos sectores de la sociedad dominicana para coordinar la mejor forma de ejecutarlo, que no se definió con claridad cómo se ajustaba su realización a los nuevos parámetros internacionales de recabar datos en medio de esta época digital, pero nada de eso puede ser una excusa para no apoyar la realización del censo. Y mucho menos para provocar un boicot en su contra.

El censo debe ser respaldado plenamente. Debemos entender que sin datos actualizados sobre nuestra sociedad es muy difícil desarrollar políticas públicas efectivas o estrategias de inclusión de los sectores excluidos de los centros de poder y de riqueza. Siempre se afirma que la educación es la mejor vía para lograr el desarrollo, pero para implementar una buena estrategia educativa resulta necesario poseer datos precisos y actualizados de la realidad de nuestros hogares y nuestras escuelas, en términos de estudiantes y de sus condiciones materiales.

El censo es una radiografía del alma y de las partes que conforman la nación dominicana. Muchos especialistas afirman que es el paso previo para caminar en las intrincadas rutas de la sociedad y tomar los senderos correctos para llegar a la meta. Si no tenemos datos actualizados estamos en el limbo para dirigir correctamente el Estado y la sociedad. Cuando no tenemos información clara, precisa y reciente, es como si se entrara a una sala de operaciones y no se tuviera información del paciente y de su enfermedad.

Debemos apoyar el censo. Tenemos que hacer todo de nuestra parte para que sea un éxito. Hemos visto que en los primeros días de su implementación se han presentado problemas, sobre todo con el aspecto tecnológico, pero confiamos en que serán superados y que el resultado final nos podrá servir a todos para conocer la realidad de nuestra sociedad. Sin buenas y actualizadas informaciones es imposible poder caminar por el sendero del progreso y el desarrollo.

Debido a que en el formulario del censo hay algunas preguntas que parecen extrañas, en determinados sectores existen dudas y temores porque entienden que puede ser usado para otros fines, como llevar la ideología de género o intentar la regularización de la población inmigrante haitiana. Pero son temores infundados, pues un censo no para llevar problemas de ideología ni manejar algún tema migratorio y solucionar esos aspectos. No, no es así. Los censos son vías para encontrar datos, no para tomar decisiones de corte ideológico, moral, social o migratorio.

Los censos sencillamente proporcionan cifras estadísticas que luego deben ser manejadas para implementar políticas públicas correctas. Los censos no traen consigo ninguna ideología de género ni van a resolver el problema migratorio de la comunidad haitiana que tenemos en la República Dominicana.

A quien debemos pedirles luego que aplique políticas de Estado acordes a nuestra tradición y sentido cristiano, es a los gobiernos que manejan las cifras obtenidas en el censo. A quien debemos pedirle que maneje con acierto la situación migratoria que reflejen los datos del censo, es a los gobiernos responsables de implementar un estilo de gobernanza que ponga en primer plano la soberanía y la independencia, sin violar los derechos humanos de la gran cantidad de inmigrantes que habitan nuestro terruño patrio.

Y los datos del censo no solo servirán al gobierno para sus planes y proyectos, sino también el sector productivo nacional. En una declaración pública de apoyo al censo, la Asociación de Industria de la República Dominicana (AIRD) precisó con mucho acierto que el censo ayudará a los empresarios a diseñar políticas más eficientes para aumentar la producción, generar mayores riquezas y aumentar el empleo.

La AIRD expresó que el censo “es un esfuerzo en el que la información resultante tendrá repercusiones positivas al permitir diseñar de modo más eficiente las políticas públicas” y “permitirá conocer la situación en la que se encuentra la gente y las características de diversas provincias, municipios, secciones y parajes del país, contribuirá a que las empresas puedan contar con datos de calidad que les permitan tomar mejores decisiones de negocios y de inversión”.

Que no haya ninguna duda, la consigna debe ser: Todos a apoyar el censo.

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