De las terribles inundaciones del viernes se dicen muchas cosas, pero no se menciona la falta de radares que alertaran sobre la nubosidad y la cantidad de lluvias que estaba generando. Nueva vez se manifiesta como tragedia la negativa a hacer la inversión para adquirir un sistema de radares. Las autoridades se contentan con el de Punta Cana, el que no fue de utilidad, por su alcance, para el diluvio del viernes. Un radar en el aeropuerto de Las Américas o en Meteorología, con imagen enlazada a la web para dominio público, nos hubiera avisado del diluvio que se nos venía encima, que tampoco era un secreto porque para el viernes se anunció una vaguada y una onda tropical (la No. 49) que se movía en el Mar Caribe.

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