Resultó curioso que el 17 de noviembre la fiscalía del Distrito Nacional anunciara que por iniciativa propia transfería la cárcel del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva a la Procuraduría General de la República. La fiscal Rosalba Ramos adujo razones de seguridad, porque en requisas anteriores habían encontrado drogas y armas. El acto de entrega de la cárcel a los Vigilantes técnicos penitenciarios de la Procuraduría se hizo bajo un despliegue militar impresionante. Ramos explicó que con la decisión también mejoraría la higiene, lo mismo que las condiciones y hasta la alimentación de los presos. Esa cárcel es de transición. Con los encierros de ayer podrían entenderse mejor los motivos de la transferencia.

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