¿Ha sido su corajuda determinación de encabezar el ministerio público con funcionarios independientes, para que enfrenten la tradición de que familiares, paniaguados o asociados de los presidentes de la República usen su influencia para desguazar los tesoros nacionales?
¿Su respaldo a la elección de una JCE equidistante de los partidos políticos, porque con elecciones libres, justas y trasparentes renacerá la democracia, y quien lo dude que asunte hacia Norteamérica, donde se está confirmando que el arbitraje electoral independiente, mueve montañas?
¿Habrá sido el mejor logro del joven mandatario que su gobierno evitara los desbordamientos de contagio de Coronavirus, como ocurre en países con más recursos que nosotros?
¿O puede ser el gran cambio la adecuada estrategia de educación a distancia para salvar el año escolar, según subrayara Andrés Navarro, ex ministro educativo en el gobierno del PLD?
¿Lo fundamental es, acaso, el saneamiento de la administración pública, con un enorme ahorro de los fondos públicos, y el ejemplo de transparencia y pulcritud que dan cada día el Presidente y sus funcionarios?
¿Es el cambio más importante que, respecto a lo que hicieron otros gobiernos del PRD-PRM, Luis dejara en el BC a Valdez Albizu, a quien se atribuye la estabilidad económica que registramos?
¿O será el cambio principal que Luis no ha cambiado, que lo prometió en campaña y ahora como Presidente advierte a sus funcionarios que “el mejor patrimonio será el reconocimiento de los dominicanos de bien y el orgullo de nuestros hijos hacia nosotros, y no su vergüenza”.
Para mi el cambio de cambios es que a su llegada al gobierno Abinader encontró al país a la deriva, con sus fuerzas productivas paralizadas, la autoestima popular rodando por el suelo, sin divisarse luz al final del túnel.
Po0rque el saliente gobierno había estado concentrado en ganar las elecciones municipales, congresuales y presidenciales a como diera lugar, abandonando sus responsabilidades de Estado, como debida atención al Coronavirus, medidas para cuidar la producción, el turismo y los empleos y no adoptando previsiones para garantizar el nuevo año escolar.
Desde el primer día de gobierno Luis empezó a dar ejemplos de dinamismo y confianza, montando iniciativas de reactivación productiva a las diferentes regiones nacionales, promoviendo la activación económica, el turismo y los empleos y dando muestras de un gobierno transparente, honesto y cercano a la gente.
Luis ha renovado la confianza de los empresarios, llevado esperanza a los hogares y nos ha contagiado a todos de su convencimiento de que podemos tropezar pero también levantarnos y seguir adelante, y de que Quisqueya siempre altiva la frente alzará.
