Señor director: Se dice que la vida es una rueda o ruleta que gira y gira y nunca para, ni siquiera al morir, pues la muerte no es definitiva, es temporal. También se dice que la vida es una lotería de suerte mayor, no sabemos cuándo ganaremos ni cuando perderemos, es más bien arriesgar, girar la ruleta y esperar. El juego no tiene final y desconocemos su comienzo, la clave es mantenerse jugando, es la única forma de no perder el juego, girando la rueda podemos perder una partida, pero no el juego.

Cada ser humano tiene su forma particular de girar la ruleta de la vida, inspirarse y desear ganar o al menos subir el puntaje a su favor. Es fácil jugar, pero no es fácil acertar, aunque para algunos tampoco resulta fácil girar la rueda y jugar, prefieren mantenerse al margen de la vida, dejarla pasar…, sin tristezas, pero también sin alegrías, carente por completo de emociones, cada cual es libre de elegir.

Entre giros y giros, partidas y partidas, apuestas tras apuestas, nos pasamos la vida, la mayoría de las personas, ni siquiera se pregunta lo que de verdad desea, y menos lo que le conviene, solo se deja llevar por lo que cree que le gusta, que muchas veces no es más que mera influencia del medio, nada particular o personal, y se mantiene mareado, dando vueltas sin tener un propósito verdadero, por eso hay tanta infelicidad. Andamos corriendo detrás de sueños ajenos que creemos propios. Nos pasamos la vida deseando miles de cosas que creemos necesitar, cuando en realidad, las cosas que verdaderamente necesitamos, nunca nos faltarán.

Sea cual sea tu elección, elige con el corazón, deja a un lado la razón, el qué dirán o la complacencia familiar y social. Regálate unos segundos y haz el siguiente ejercicio:

Por un momento visualízate en medio de la nada siendo el centro de todo, sé tú mismo, no mires atrás, pero tampoco adelante, solo cierra los ojos y céntrate en ese instante, llena esa nada con tu todo y deja fluir tu vibración interior, dale un respiro al alma y suelta toda presión, inunda el aire y el espacio con tu aroma y con tu amor, disuelve tu ego, pero reconoce tu valor.

Saber que somos tan vastos y tan poderosos, asusta, pues no todos estamos preparados para usar ese poder de manera que ante todo predomine el amor, supongo que por esa razón todavía nos queda mucho trabajo por hacer en la Tierra. Gira la ruleta y baila al compás de su giro, detente con ella solo un instante a mirar, y vuélvela a girar, y baila de nuevo, no pierdas el ritmo, hasta volverte la ruleta, el giro, el baile, el objetivo a alcanzar, la vida es para disfrutarla y nada más. Disuélvete en ese eterno dar vueltas y parar a mirar, si aciertas bien, y si no, sonríe y sigue girándola y danzando, imprímele sentido a tus días, la vida no espera y nunca se detendrá.
Idalia Harolina Payano Tolentino
Ciudadana

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