El nuevo año escolar trae consigo muchos retos. Entre libros y útiles, olvidamos con frecuencia un aspecto muy importante en el arsenal: una buena visión.

Se recomienda una evaluación oftalmológica completa inicial a los 6 meses de edad, a los 3 y 5 años, luego anualmente. En ocasiones se requieren controles con mayor frecuencia. Según el Consejo de Visión de América, uno de cada 4 niños en edad escolar tiene problemas de visión. Muchos de estos defectos pasan desapercibidos, porque el niño tiene mecanismos para ‘compensar’ el defecto inicialmente, desde maniobras de acomodación, hasta sentarse más cerca del frente. Finalmente, el problema pasa factura y el rendimiento escolar, así como el desarrollo correcto de la visión se ven fuertemente afectados. Es fácil identificar cuando el niño no consigue ver de lejos y se acerca a los objetos o la pizarra. Pero la mayoría de la actividad escolar requiere una visión entre 1 brazo de distancia y la visión cercana es más difícil de valorar. Además, la edad escolar exige mucho más que ver de lejos o de cerca. Se necesita que ambos ojos vean en conjunto, la capacidad de enfocar, de seguir el movimiento de los objetos, de mantener la mirada en los objetos, percepción de profundidad, coordinación ojo–manos, reconocimiento de patrones y líneas organizadas.

Es importante observar si el niño se acerca mucho a los objetos, aprieta los ojos al mirar o tuerce la cabeza; se rasca los ojos, cierra un ojo para mirar, utiliza la mano para seguir las letras y tiene sensibilidad a la luz… Hay que poner atención a las actividades que el niño busca evitar, por ejemplo, leer o usar la computadora, en caso de un problema de visión cercana; o actividades al aire libre, en casos de defecto de visión lejana.
Finalmente, en ocasiones, malas calificaciones pueden esconder una falta de salud visual.

Como padres tenemos dos papeles esenciales, el examen visual antes del inicio de las clases y la cuidadosa observación al entrar al colegio, buscando conductas que puedan sugerir que la salud visual está en peligro y acudir al oftalmólogo con premura.

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