La calidad del gasto público en la República Dominicana es tema que siempre ha preocupado a muchos ciudadanos, quienes tienen derecho a saber ¿cómo invierte el Estado el dinero que recauda, a través de los impuestos? Históricamente se ha observado la preocupación externada por diferentes personalidades de la sociedad dominicana: políticos, periodistas, académicos, entre otros; referente a la necesidad de racionalizar el gasto público y mejorar la calidad de la inversión pública.

Partiendo de esta realidad, en el presente artículo se describe uno de los mecanismos para eficientizar el gasto público. Tomando como referencia, que el Estado para lograr los fines establecidos en el artículo 8 de la Constitución, tiene que utilizar la herramienta básica, que es el torrente sanguíneo de la administración pública: hablamos del Presupuesto General del Estado.

Esta función esencial del Estado se hace operativa mediante la implementación de políticas públicas, para lo cual se requieren recursos que salen del Presupuesto General del Estado, el cual se nutre de los ingresos generados, a través de impuestos que pagan las personas en sus diferentes modalidades.

En este contexto, para responder la pregunta inicial, una de las formas de mejorar la calidad del gasto público en la República Dominicana, es fomentando en todas las instituciones públicas la formulación y ejecución del presupuesto por resultados.
Obviamente, esto implica que el accionar de la administración debe ajustarse a los lineamientos establecidos en la Ley 1-2012, que instituye la Estrategia Nacional de Desarrollo y la Ley 498-06 de Planificación e Inversión Pública.

En adicción a la ejecución de presupuesto por resultados, hay que establecer un régimen de consecuencias para los funcionarios que desvíen fondos para otros proyectos que no hayan sido consignados en el Presupuesto General del Estado. Estas sanciones, estarán contenidas en la Ley de Transparencia y Responsabilidad Fiscal, cuyo anteproyecto cursa en el Congreso Nacional desde hace aproximadamente una década.

En este contexto, el tema de mejorar la calidad del gasto en el Estado surge cada cuatro años en tiempos de campaña, donde los candidatos a cargos electivos con frecuencia asumen este tema como elemento nodal de campaña, pero que en todos estos años ningún gobierno se ha interesado en establecer un plan efectivo de racionalidad del gasto público.

En conclusión, en estos tiempos difíciles que vive el mundo en el ámbito económico, político y social por la pandemia del coronavirus COVID-19, el cual ha puesto en evidencia los problemas que han estado latente en los países en vía de desarrollo y principalmente en América Latina, la región que más ha crecido en los últimos años. Sin embargo, es la más desigual.

Hay que destacar, que se han realizados pruebas piloto para implementar presupuesto por resultados en algunas instituciones públicas. Sin embargo, aún nos queda mucho camino por recorrer, si se requiere invertir con calidad, hay que establecer una política de racionalidad efectiva del gasto público. Esto solo se logra con la ejecución del presupuesto por resultados.

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