El presidente Luis Abinader cumplió al designar procuradora (Miriam Germán) apartidista, una demanda nacional, y estamos disfrutando ahora de las ventajas de eso. Pero eso debería ser así de modo permanente; ser siempre el procurador alguien sin filiación partidaria para que pueda actuar libremente, sin influencia del Poder Ejecutivo. Depende aún de la voluntad del presidente de turno, podría venir mañana otro y designar procurador a un cuadro político y sin libertad para actuar, garantía de impunidad para corrupción. Falta entonces que Abinader cumpla también su promesa de reformar la Constitución para que el procurador no sea designado por el Presidente. Esa reforma es necesaria y la sociedad debe prepararse para batallar por ella, insistimos. l

Posted in Buen Oficio

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas