Por disposición de la ley 139-97, como este año el 26 de enero, Día de Duarte, no laborable, cae en semana laboral (martes), su “celebración” será el lunes 25. Iniciamos el segundo fin de semana largo de 2021 amparado en esta legislación, contradictoria, deformadora de la memoria y valores históricos nacionales, pero que, por otro lado, ha cumplido determinados objetivos económicos que consideró. Fomenta el turismo interno, que ahora oxigena mínimamente a los complejos hoteleros, ante la asfixia económica derivada de la caída de visitantes extranjeros por la pandemia del coronavirus. Precisamente, hay que recordar que el asueto debe observarse con estricto apego a las medidas de prevención del virus. COVID-19 está en auge y sí, puede dañarnos muy feamente la fiesta.

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