Muchos recordarán tiempos cuando arreglo de las calles de Santo Domingo fue cuestión política. Al regresar Joaquín Balaguer al poder en 1986 (inicio de su segundo régimen o gobierno de los diez años, 1986-1996), el fenecido presidente impulsó programa de pavimentación vial a gran escala, algo que era una demanda nacional unísona, por el grave deterioro asfáltico de calles y carreteras en general. Cráteres interminables en vías interiores y hasta en las principales avenidas afectaban el tránsito vehicular -para entonces no lo intenso y caótico que actualmente-, y deslucían el paisaje urbanístico. Resuelto eso, en campañas reeleccionistas Balaguer lo resaltó como logro de su gobierno. Bueno, después de décadas sin este problema, parece que regresa: incremento de hoyos y deterioro vial empiezan a preocupar. Veremos.

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