Llegó a la presidencia del país en las condiciones más adversas jamás vistas: en medio de un panorama socioeconómico desolador, una severa estrechez económica producto de una crisis sanitaria, con la demanda y los ingresos fiscales por el suelo, miles y miles de personas necesitadas de auxilio estatal por haber perdido sus fuentes de ingreso, empresas en apuros y presiones inflacionarias extraordinarias. Es bien visto por cumplir su promesa de un procurador apartidista, su optimismo y acciones por gobierno transparente y decente, exigencia de la actual sociedad dominicana, empoderada como nunca, atenta y vigilante de la pulcritud del manejo de fondos públicos. Luis Abinader marca un hito al rendir hoy por primera vez cuentas ante la Asamblea Nacional.