En los artículos de semanas anteriores se trataron temas relacionados con los retos del sistema educativo, específicamente, se abordaron situaciones que competen las máximas autoridades del Ministerio de Educación. En esta ocasión conviene situarse en el contexto más cercano y de impacto en la formación, donde se desarrollan los procesos de enseñanza-aprendizaje, las aulas, y tratar aspectos que involucran a los directivos y docentes de nuestras escuelas.

Todos los desafíos planteados anteriormente impactan la calidad de los procesos en las aulas. Sin embargo, no todos recaen en la responsabilidad de los docentes que, finalmente, deben sumar todos los esfuerzos para que se cumpla el más importante objetivo de la educación, la formación de ciudadanos competentes, con los conocimientos que les permitirán actuar eficiente y eficazmente en la vida y a favor de la sociedad.

Es propicio, ahora que ya estudiantes y docentes se encuentran en las aulas, vencer otros retos para imponer la excelencia en la labor educativa y obtener resultados satisfactorios. Algunos siempre han existido, como el manejo adecuado del tiempo en las aulas. La organización y uso de los espacios dedicados a las actividades determinan el logro de los resultados que se proponen alcanzar cada día. Otros aspectos, que en estos momentos pueden marcar la diferencia en el impacto de las clases son la metodología utilizada al enseñar y las actividades que deben realizar los estudiantes. Si existe una innovación que debería adoptarse, aprenderse y aplicarse a partir de las clases virtuales es la implementación de metodologías activas en la enseñanza, aquellas que favorecen la constante aplicación del conocimiento y propician actividades con una alta exigencia cognitiva, es decir, estimulan a los estudiantes a reflexionar, crear, aplicar.

Para concluir, acuñemos la frase de Nelson Mandela que expresa “No esperes el momento perfecto. Toma el momento y hazlo perfecto”.

Posted in Aula Democrática

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas