Los partidos políticos son la base de sustentación de la democracia. Ahora que ya se cuenta con el marco legal que rige estas organizaciones en el país, se debe avanzar hacia la consolidación de un sistema de partidos que, hacia dentro, ponga en práctica los valores de la democracia y los promueva hacia fuera, dejando atrás las prácticas clientelares que tanto daño han causado.

La ley 33-18, de Partidos y Agrupaciones Políticas, no debe convertirse en letra muerta. Las autoridades competentes deben propiciar que el accionar de los partidos esté regido conforme a la norma, a fin de lograr el fortalecimiento de las organizaciones políticas como instituciones al servicio del desarrollo social y económico de los ciudadanos.

La implementación de la ley de partidos políticos tiene necesariamente que consolidarse en el tiempo, hasta que el voto de los ciudadanos sea depositado en base a propuestas programáticas de gobierno y no en base a la compra y venta de conciencias. Esto se podrá lograr en la medida que los partidos asuman el mandato de la Ley 33-18.

El objeto de la educación política conforme a la ley en su artículo 34, es formar ciudadanos con profunda vocación de servicio, dotados de competencia y convicción democrática para el desempeño de las funciones públicas. Los partidos están en la obligación de contribuir con la formación política de los ciudadanos en ideología partidaria, valores cívicos y patrióticos, derechos humanos, libertades públicas, paz, medio ambiente y democracia.

La ley de partidos y agrupaciones políticas ha de ser mejorada en el tiempo. La patria demanda que se asuma en la práctica los mandatos que ya están contenidos en la ley para el fortalecimiento de las organizaciones partidarias y la consolidación de la democracia. Entonces, se podrá decir que los partidos políticos en la República Dominicana son la base de sustentación de su democracia.

Posted in Aula DemocráticaEtiquetas

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas