Para entender los procesos es de gran ayuda conocer la secuencia de los hechos y momentos que marcan e impulsan los cambios y el progreso. Hoy tenemos un sector turismo que dista mucho de ser perfecto. Recuerdo una vez más mi frase favorita para estos temas: ¡Nunca nada es tan bueno que no pueda ser mejor!

Falta mucho andar, quizás no existe el final del camino para los procesos económicos y sociales, y el cierre es sólo para quienes abandonamos este mudo imperfecto. Para analizar el turismo de hoy, debemos recordar la cronología de lo público y lo privado. Veamos algunos hechos que marcan la historia.

1969: Ley orgánica de turismo que crea la Dirección General de Turismo con el objetivo de fomentar el turismo. 1971: Ley promoción e incentivos al desarrollo turístico. 1974: ley 256 para el desarrollo de Puerto Plata.1978: Ley 861 para promoción de la inversión extranjera. 1984: Ley que crea la Secretaría de Estado de Turismo.

Podemos sumar el protagonismo del Central Romana con Casa de Campo y las inversiones conexas; paralelamente se puso en marcha el desarrollo de Puerto Plata que influyó –limitadamente- en la expansión de la actividad turística en todo el litoral norte.

En 1969 lo que hoy es Grupo Puntacana plantó el embrión que daría vida a lo que hoy es el la principal región turística del país y recibe más de la mitad de los turistas que nos visitan por vía aérea.

Este cuadro de actores principales lo completa la Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes (AsonahoreS) creada el 4 de julio de 1962 e incorporada como asociación sin fines de lucro ese mismo año. Reunía a la reducida hotelería dominicana que se concentraba en Santo Domingo y sus principales y contados restaurantes.

Esta entidad evolucionó adaptándose a los cambios en el sector. Y en los años ochenta y noventa acogió en su membresía a los hoteles que surgieron en litoral norte y este. Cuando comenzaron a surgir las asociaciones regionales (Puerto Plata, Punta Cana, Juan Dolio, La Romana, Santiago, Boca Chica y Samaná) las fue integrando y se convirtió en una fuerte federación de asociaciones de hoteles y restaurantes, voz del sector privado y factor de equilibrio con el Estado.

También avanzó en el escenario internacional. Se afilió a la Asociación de Hoteles del Caribe y dos de sus dirigentes ocuparon la presidencia y otros han participado como directivos. Además, se sumó a la Asociación Internacional de Hoteles y Restaurantes, es miembro asociado en la Organización Mundial del Turismo, y participa en la comisión de turismo de la organización de integración de América Central y República Dominicana.

En el 2010 se convirtió en Asociación de Hoteles Y Turismo de la República Dominicana, para acoger y representa todos los segmentos involucrados directamente en el turismo. Ahora en el 2023 –la semana que viene- ingresa al Consejo Mundial de Viajes y Turismo, la organización mundial del sector privado más influyente del turismo, porque representa a los grandes consorcios internacionales del turismo. Queda mucho que hacer, pero crecemos.

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