En una foto y un video circulados en redes se expresan aspectos esenciales de la personalidad de hombre de familia y la humanidad tímida del presidente Luis Abinader Corona.

Ese mismo que vemos trabajando como una máquina todoterreno y que ha dejado bien claro que como servidor público puede tener amigos, pero no cómplices.

Que es Luis un hombre de familia, se ve en fotos del mandatario junto a su esposa, la primera dama Raquel Arbaje, sus hijas Esther Patricia, Graciela Lucía y Adriana Margarita, y con su distinguida madre, doña Rosa Sula Corona Caba.

Ese aprecio del mandatario por su familia lo vemos también en instantáneas en las que desde mozo figura junto a su padre el fallecido doctor José Rafael Abinader, patriota, académico, economista, empresario y escritor y que según mis fuentes es hoy el principal consejero presidencial.

En la foto, publicada recientemente de un viaje en avión, se lo observa al presidente tiernamente agarrado de mano con su esposa, bajo la leyenda “un viaje en la mejor compañía”.

Esa foto, más que la leyenda, habla del respeto que tiene Luis por su investidura presidencial y del respeto, la consideración y el amor por su esposa, lo que constituye un subliminal pero claro y fuerte mensaje al nocivo machismo que caracteriza a muchos de nuestros varones.

Un potente mensaje para que entiendan que las mujeres son para compartir, amarlas, distinguirlas y considerarlas, no para maltratarlas ni abusar de ellas.

En el video, la otra publicación que habla de la calidad humana del Presidente, se observa que mientras camina por el pasillo de lo me luce un hospital, un crío de unos 5 años le sale al paso.

El niño le pasó su gorra al presidente, quien entendió quería que se la pusiera. Tras ajustarle el tamaño, Luis se la puso mientras le sonreía al niño.

Entonces intentó devolverle su prenda al niño, aprestándose a continuar su rápida marcha. Pero resultó que el niño lo que quería no era que el mandatario se pusiera su gorra sino que se le quedara, como un regalo,”pa’ que se acuerde de mi”, le dijo.

En el video circulado en las redes se ve tímido al presidente, como no sabiendo si quedarse con el obsequio, o devolverlo al niño.

Pensó que había resuelto el tema tomándose una foto con el niño, pero el infante insistió en que se la llevara, lo cual finalmente hizo prometiéndole a su nuevo amiguito que se recordaría de él.

El embarazo del mandatario ostensiblemente se originaba en que no quería quedarse con el regalo del niño, pues implicaba dejarlo sin su gorra que posiblemente tanto quería.
Ese es Luis.

Por eso muchos entienden que, a un presidente con esa pasta humana, tan honesto y trabajador, el pueblo tiene que sacarle todo lo que pueda dar permaneciendo en el poder.

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