El órgano judicial estableció que De los Santos Díaz cumplirá la medida en el Centro de Corrección y Rehabilitación de Monte Plata. 
El órgano judicial estableció que De los Santos Díaz cumplirá la medida en el Centro de Corrección y Rehabilitación de Monte Plata. 

La política mantiene una fuerte presión sobre la Justicia, colocaen la dirección de ella a partidarios, seguidores, relacionados, amigos y dirigentes políticos. Esto, sumado a la falta de recursos que le niega, por un aspecto estructural que referimos en la entrega anterior, produce muchas deficiencias en el funcionamiento judicial.

Luego tenemos a la oligarquía nacional, y los (ii) factores reales de poder, que presionan e influencian en la Justicia desde diversos frentes. Entre estos los “Think tank”, que son centros de lobbies que canalizan algunos recursos, ayudan en la formación de los miembros de la Justicia y están en todas las comisiones al respecto, incluso en la de formulación o modificación de leyes en el Congreso Nacional, y motivan también, directamente, la colocación de algunos jueces cercanos a sus intereses empresariales en Altas Cortes.

Y, obviamente, otro factor real de poder de una notabilísima influencia, incluso superior a la anterior, es la prensa, tanto la tradicional como la realizada a través de las modernas plataformas de comunicación.
La prensa tradicional, (periódicos, radio y televisión), cuyos propietarios son dueños también o tienen inversiones en otras áreas de la producción de bienes y servicios del país, presiona a la Justicia, muchas veces, de una forma tal que la arrincona contra las cuerdas. Primeras planas, línea informativa y editoriales constantes en contra, pueden ser una presión inaguantable, y no solo para la Justicia, sino también para los políticos.

Al través de los Think tank y de los medios de comunicación de masas, la oligarquía nacional impone su agenda y garantiza sus intereses. Uno representa la zanahoria, el otro el garrote.

Incluso la oligarquía dueña de los medios tradicionales de comunicación, quizás no obtiene grandes recursos directamente de la venta de espacios publicitarios, pero mantiene medios, muchas veces, deficitarios, por los enormes beneficios que les representan.

Y, en la misma línea, están los medios modernos. Entre estos, de manera especial, los canales de YouTube, los cuales, como no tienen o podrían funcionar sin la presión empresarial ni estatal, tienen un mayor nivel de independencia y se enfocan en exigirle a la justicia penal “condenas en los procesos de corrupción administrativa”.

En el país no podemos exhibir grandes decisiones en materia de corrupción administrativa, este es un problema integral del sistema de Justicia dominicano, como hemos fijado el criterio en la Pincelada anterior, pero las críticas de los canales alternos se dirigen normalmente, de forma exclusiva, hacia los jueces y exculpan de ello al Ministerio Público. Lo cual, entiendo, es un error.

Otro medio moderno, y de importancia capital, es la red social Twitter. Las tendencias ejercen una presión enorme. Nadie quiere ser tendencia negativa. Todos quieren ser tendencia positiva. Por eso muchos utilizan bots, para crearlas. Ayudan a fortalecer su imagen personal o corporativa, afectan las de los contrarios y, en relación con la justicia penal, la mantienen “a soga corta”.

Aquí la guerra es en varios frentes: posicionar la tendencia y luego mantenerla el mayor tiempo posible. La guerra en las redes tiene muchas facetas, la política y la jurídica entre estas. Y la más afectada quizás sea la Justicia.

Seguimos en otra Pincelada.

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