En la redacción suelen darse, como en otras áreas, muchos vicios que atentan contra la gramática. Podemos citar el caso de los pleonasmos, cacofonías, extranjerismos, dequeísmo, modismos, solecismos, entre otros vicios, que no solo nos hacen construir mal un texto, sino también que afectan la dicción.

Los pleonasmos, por ejemplo, son aquellas palabras que algunos utilizan de forma innecesaria. Entre algunos de los tan usados ejemplos, citamos los siguientes:

– Sal para fuera.
– Entra para adentro.
– Helado frío.
– Subió para arriba.
– Bajó para abajo.

En el caso de la cacofonía, esta significa repetir sílabas o sonidos en palabras cercanas, generando un efecto sonoro desagradable. Entre algunos ejemplos, podemos citar: “El comentarista comentó que iba a acercarse a ella para verla de cerca”; “No quiero que vayas a esa entrevista de forma informal”; “Tómate tu té para que te estés quieto”

Algo que solemos hacer mucho en República Dominicana, quizás se deba a la cercanía e influencia de los Estados Unidos, es abusar de los extranjerismos, que no es más que usar palabras en un idioma diferente al propio de forma innecesaria. Por ejemplo:

– ¡Ay! Sorry, no te vi.
– Me iré de shopping.
– No quiero que te vuelvas a asomar por esta casa, ¿capisci?

El dequeísmo es otro vicio que afecta enormemente la dicción. Hay presencia del mismo cuando se utiliza incorrectamente la combinación “de que” en las expresiones en las que solo se debe utilizar la palabra “que”. Por ejemplo: “Me dijo de que iba a comprarlo”, “Ella piensa de que lo mejor es quedarse en el aula”.

También están los modismos, que se dan cuando se utilizan frases hechas cuyo significado no se puede deducir a partir de las palabras que la componen. Por ejemplo:

– Creo que eres muy fuerte para ‘tirar la toalla’ (darte por vencido).

Podemos citar, además, el vicio del solecismo, que es aquel en donde se utiliza una construcción gramatical deficiente o incorrecta. Por ejemplo:

– Me se escapó el perro del primo. (Correcto: Se me escapó el perro del primo)
– Me se olvidó decirle que no viniera. (Correcto: Se me olvidó decirle que no viniera).

Y aunque no lo crean, tener una pobreza léxica también deriva en utilizar vicios en la escritura y la dicción, así que… lo recomendable en estos casos es leer, anotar y consultar para enriquecer nuestro vocabulario. ¡Gracias por leerme!

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