¿Qué pasa cuando uno de los dos no quiere tener hijos? La comunicación será la clave para afrontar la situación

Vivir en pareja conlleva buscar un equilibrio entre respetar, valorar y entregar lo mejor de sí mismos en función del bienestar de la convivencia. Sin embargo, la toma de decisiones sobre la formación de una familia puede causar heridas en la comunicación de éstas.

Ser padres en ocasiones es una de las etapas deseadas por las parejas, apoyándose en la comunicación y en las fortalezas de la relación. Pero, ¿qué sucede cuando uno de los cónyuges no está de acuerdo con la procreación?

Para la especialista Laura Pichardo, la decisión de tener hijos debe de asumirse de manera consciente y responsable, no obstante, existen diversas razones por las que una pareja no quiera procrear. Una de éstas son las experiencias dolorosas vividas en la niñez que no han logrado sanar y el temor de repetir un patrón disfuncional. “Muchas personas desde temprano, identifican que simplemente no están interesados en vivir esta experiencia. Esto no significa tener algo contra los niños, sino que no tienen interés de asumir esta decisión. Algunas personas reconocen no tener, ni estar interesadas en desarrollar destrezas parentales necesarias para la crianza. En ciertos casos, una de las razones va ligada con las implicaciones personales, emocionales, económicas y sociales que conlleva tener un hijo”, explicó Pichardo.

La situación que se origina por medio de la negatividad de uno de los involucrados de no vivir esta etapa de ser padres, es difícil de afrontar y puede suceder que no se llegue a un acuerdo, generando una situación tensa y complicada en la vida de pareja.

Al final la negociación implicaría que una de las partes renuncie completamente a su deseo y asuma de forma madura y responsable el aceptar la postura del otro como válida.

Pichardo, quien es terapeuta de pareja y familiar, afirmó que la durabilidad de la relación dependerá de las fortalezas de la pareja y sobre todo, si realmente logran un acuerdo donde ambas partes se sientan satisfechas. Esto porque en ocasiones alguien puede ceder, pero en el interior estar viviendo la molestia de haber tenido que renunciar a su postura. Lo cual no favorecerá ni en la relación de pareja, ni en la relación con el bebé si deciden tenerlo.

Al ser cuestionada, sobre ¿qué pasaría si una mujer queda embarazada sin que su pareja esté de acuerdo y que si la otra parte aceptaría la decisión de la cual no fue partícipe?, la galena precisó que esto será influenciado por la personalidad, la capacidad de flexibilidad y de afrontar los momentos de crisis, así como también de la apertura a vivir el proceso de sanación y perdón necesarios para aceptar su nueva realidad.

“El tener hijos no es una etapa, es una decisión, es parte de un proyecto de vida. No es algo que se pueda sustituir o reemplazar con otro ser vivo o con un nuevo plan. Es necesario que aquella persona que renunció a sus deseos de procrear, se dé el permiso de vivir su duelo y sanar”, sostuvo.

Pichardo aseguró que para afrontar esta situación existen terapias tanto para la pareja como individual, las cuales ayudarán a garantizar el manejo de la problemática y buscar solución al conflicto personal o relacional que estén viviendo.

Recomendaciones

  • Mantener una comunicación abierta y honesta.
  • Aceptar y respetar la libertad de cada uno para decidir.
  • Evitar obligar, manipular o culpar al otro por no pensar igual.
  • Buscar ayuda externa.
  • Recordar que cada uno tiene derecho a expresar lo que siente.
  • No tomar decisiones sin consultar con tu pareja, y más si esta puede afectarlos a ambos.

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