Con esculturas, cuadros y libros, crearás un espacio con gran valor estético que proyectará tus gustos
Los detalles siempre cuentan en la decoración. Por ejemplo, las esculturas, los cuadros y los libros, impregnan un aire interesante, porque no sólo aumentan el valor éstético de una habitación, sino que también representan la personalidad y gustos del propietario.
Esculturas
La escultura no se centra únicamente en figuras humanas de mayor o menor tamaño; en esta categoría entran también figuras abstractas, trabajos en madera, cuadros, piezas repetidas formando un conjunto, lámparas y apliques escultóricos, piezas modernas o futuristas y un sinfín de obras más. Estas se pueden seleccionar en diversos materiales como resinas, marmolinas, yeso, pasta, madera, vidrio, estuco, cerámica, piedra, entre otros.
La ubicación de las figuras dependerá del tamaño y del concepto del área, y también se debe tomar en cuenta el valor artístico de la escultura y la forma que tenga.
Libros
Para los amantes de los libros, tener una gran cantidad de ellos, no es sinónimo de acumulación, pues más allá de quedarse “quietecitos y olvidados” en baúles o cajas, los libros tienen muchísimo más que ofrecer, sobre todo en la decoración.
Utilizarlos como accesorios para ambientar las distintas estancias de la casa es una buena manera de mostrar nuestra personalidad y preferencias, además de mantener a la vista los recuerdos e historias que ellos guardan.
Cuadros
Para reforzar el estilo decorativo de los espacios, los cuadros son un buen aliado. Como el resto de elementos decorativos, los cuadros también están sujetos a las tendencias, no sólo en lo que tiene que ver con el estilo sino, y sobre todo, en cuanto a la forma de colocarlos y el lugar más adecuado para ello.
La primera clave para elegir los cuadros es establecer una relación entre ellos y la decoración. El motivo, el color o el marco debe estar en relación armónica con la decoración y con el resto de los cuadros.
