Empresas y organizaciones de distintos niveles invierten recursos en la contratación de personal creativo

Hace un tiempo atrás una persona expresó que el equipo junto al cual trabajaba no era creativo. Me detuve a pensar la razón por la cual hacía ese comentario que en el momento no me pareció oportuno ni gerencial pero que al final del día no pasó más allá de ser eso, palabras desacertadas de alguien que no tenía un recorrido profesional, ni conocimiento suficiente para llegar a aquella conclusión.

Posterior a este desencuentro, en un día de esos de búsquedas por internet, apareció un anuncio en una escuela de negocios española llamada Euroinnova Business School y se presentó la oportunidad para tomar una capacitación sobre el tema de Creatividad e Innovación en las Empresas y Organizaciones.

Luego de estudiar un documento sobre el tema, escrito por el economista gallego Andrés Fernández Romero, aprendí que existen variadas técnicas para la resolución de problemas que se pueden descubrir de la mano de la creatividad y la innovación, todas aplicables a los ámbitos laboral, personal y académico.
Fernández Romero explica cómo se define un problema y aborda la importancia de analizar lo que sucede, jerarquizar, comprender las limitantes, aplicar un método y seleccionar la mejor práctica para llegar a la solución.

En el proceso de self-study comprendí que la creatividad lleva a la innovación; es a través de la primera en la que se origina un producto, un proceso o un servicio; mientras que en la innovación se concreta la idea y se lleva a la realidad funcional del día a día.

Imaginemos por un momento cómo surgen ideas nuevas y originales en una sociedad globalizada, hiperconectada y consumidora. Existe cabida para pensar que todo está hecho, pero la verdad es que aunque podemos relacionar un pensamiento con otro llegarán diferentes aristas a través de las cuales podemos esbozar un nuevo punto de vista para aquello que se quiere proponer o mejorar.

Un ejemplo claro y reciente es la crisis por el Covid-19 que hizo surgir el espíritu creativo en variadas personas y empresas llevándoles a innovar con las entregas personalizadas y el uso de las redes sociales para lograr la interconexión con los posibles clientes, ciudadanos que estaban recluidos en sus casas y no podían salir; que mejor que llevarles el producto a la puerta de su hogar.

En el momento más fuerte de la pandemia se escuchaban los ruidos de motores de los mensajeros o deliveries llevando a los hogares comida de lugares que antes no eran alcanzables o que no ofrecían el servicio y que ahora, por un precio adicional, llegaban como un complemento de lo que ya estaba acostumbrado el mercado. Recuerdo que alcancé a recibir un paquete de prepara tu chimichurri en casa en el que llevaron todos los elementos de elaboración separados de la manera más atractiva y segura que pude ver.

Los encargados de ventas de productos de farmacología tuvieron que mejorar sus cadenas de entregas y contratar servicios más eficientes de call centers ya que creció de forma exorbitante la demanda para en un tiempo relativamente corto llevar a cabo las mejoras internas. En fin, que la reciente crisis forzó a muchas empresas y organizaciones a hacer cambios en su estrategia de mercadeo, enfocando sus prioridades en la manera de hacer las actividades y formas de que sus productos y servicios fueran requeridos y consumidos.

En ese momento, hubo que poner de manifiesto las habilidades creativas, solucionar problemas que llegaron sin esperarlos y que afectaron muchos ítems de la vida en lo inmediato, hacer planes de trabajo diferentes y virtuales; y surgió una nueva forma de abordar el futuro.

Siguiendo con los aprendizajes, luego de que el problema ha sido planteado, redefinido y analizado se avanza a la generación de nuevos conceptos por medio de las técnicas de creatividad, una de las más conocidas es el brainstroming o lluvia de ideas. Sin embargo también se puede aplicar think tank, block de notas colectivo, la brújula, método SCAMPER, carpeta de dibujos; entre otras, lo que me llevó a corroborar que hay más de 70 técnicas y cada una tiene su forma de aplicación.

Para llegar a la solución hay que agotar una serie de pasos que van desde la evaluación de una propuesta que funcione hasta verificar presupuesto, plan, calendarios, ventajas, implicaciones jurídicas, entre otros aspectos. Es importante que las empresas que quieren entrar al terreno de la innovación determinen si lo burocrático y jerárquico seguirá siendo una barrera o si, por el contrario, han decidido fluir.

Agradecí en mi interior a la escuela de negocios que me llevó al autor Fernández Romero que dejó una enseñanza sembrada en mi imaginación; pude comprender que existe una tipología de los que no resuelven problemas de acuerdo a Donal J. Noone y que aquella persona que había catalogado a mi equipo como no creativo resultó ser un dictador porque en verdad no existen las malas ideas.

Propuestas
Luego del proceso creativo lo importante es reconocer las mejores propuestas que llevan al logro de los objetivos de la empresa.

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