El blanco, el negro, el beige y los accesorios diminutos, forman parte de la vestimenta de la primera dama, Raquel Arbaje, y la vicepresidenta de la República, Raquel Peña

Desde que las dos, Raquel Peña y Raquel Arbaje, hicieron su primera aparición en un escenario público, comenzaron a dar cátedras de sencillez y elegancia.

Ambas siguen una regla de oro que nunca ha fallado en el mundo de la moda: “menos es más”.Tanto la primera dama como la vicepresidenta, son asertivas a la hora de elegir sus vestimentas, ya sea para momentos formales, casuales o completamente informales.

Su sobriedad las encamina a llevar pocos, o mejor dicho, ‘poquísimos’ elementos, y a la selección de colores como el blanco, el negro y el beige.

Tanto Peña como Arbaje, como si se pusieran de acuerdo, hasta con los accesorios son discretas. Si los llevan, son diminutos, no ensombrecen la imagen. Son esos diminutos detalles, casi imperceptibles, los que las hacen obtener una imagen única. Mostrándose accesibles, sin aires de superioridad.

Y no solo es lo que visten; saben el cómo, el cuándo y el dónde lucir su vestuario. Sin importar el lugar donde se desenvuelvan, en una caravana, en un parque, en pleno Palacio Nacional, ambas, desde las altas investiduras que representan, están dando claras señales de sencillez y elegancia.

Piezas básicas y tonos sobrios marcan un estilo que perdura en el tiempo. No es cuestión de moda, es cuestión de estilo y el estilo no se compra, “se hereda”, decía mi madre.

“Menos es más”, es una regla básica necesaria en la moda que deja de lado las piezas superfluas que solo logran recargar.

Para la incomparable Coco Chanel, figura más que representativa de la moda que dejó su impronta durante los años 20 y aún se mantiene, la moda es algo efímero, mientras que el estilo es permanente, ya que conforme la diseñadora, este forma las bases de la imagen que las personas proyectan de sí mismos al mundo, lo cual habla de su personalidad y de su carácter.

Los accesorios que usan son discretos.

Si la manera de vestir nos descubre como somos, por el estilo que exhiben se puede concluir que son mujeres sencillas. Y es que “la elegancia es sinónimo de simplicidad”, tal y como aseguró en su momento Ludwig Mies van der Rohe, maestro de la arquitectura moderna. Hoy, esta regla de oro, “truco” de la moda, no falla nunca. Tener menos cosas es mejor que tener muchas cosas.

Cuanto más cosas llevamos puestas, menos atractivos y elegantes lucimos. Algo que favorece a las dos Raquel, es “el menos es más” que les permite que sean sus siluetas las verdaderas protagonistas, incluso, más que la vestimenta.

Ambas saben bien crear esa imagen sencilla y elegante, de la que muchos ya comentan y otros comienzan emular.

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