Su libro El Patriotismo y la Escuela, fue declarado como texto oficial para la enseñanza primaria en 1916

Vida

En ocasión de cumplirse en este mes de noviembre el 51 aniversario de la muerte del poeta, escritor y periodista dominicano, Ramón Emilio Jiménez, en esta semana recordamos su paso por el mundo del periodismo, la literatura y por algunas entidades importantes de la sociedad.

Ramón Emilio nació el 17 de septiembre de 1886 en la ciudad de Santiago, hijo biológico de los señores Isaías Cordero y Polonia Escobosa, y al cumplir un año de edad fue adoptado por los esposos Francisco Antonio Jiménez y Quintina Pérez. Realizó sus estudios primarios y secundarios en su pueblo de origen y se graduó de bachiller en Ciencias y Letras en el Instituto de Ciencias Sociales en el lugar que lo vio nacer. El amor llegó a su vida y contrajo nupcias el 5 de junio de 1920 con la señorita Estela Reyes con quien procreó a Altagracia, Consolación, Marianela, Milagros, Francisco Antonio y Ramón Emilio, este último, llegó a ser jsecretario de las Fuerzas Armadas
Jiménez se inició en el periodismo desde muy joven como redactor del periódico El Diario, de Santiago, donde “a base de sacrificio, abnegación y cumplimiento consiguió llegar a la posición de columnista y editorialista del mismo diario”. Palabras de Ramón Emilio al concederle una entrevista a este medio impreso al cumplir sus 80 años de edad en septiembre de 1966.

Narró en esa misma entrevista que para la época trabajaba paralelamente en dos medios impresos, en la mañana laboraba en El Diario donde escribía la columna La Vespertina y en la tarde en La Información. Al paso del tiempo se trasladó a Santo Domingo donde fundó junto con el periodista Rafael Vidal Torres el periódico La Nación, el 19 de febrero de 1940, y tiempo después pasó a dirigirlo.

Una de sus primeras obras la tituló El Amor al Bohío, que es una recopilación de sus experiencias de los editoriales sabatinos que escribía en el periódico La Información, los cuales abarcan temas sobre el folklore criollo.

Trayectoria

Este polifacético literato se desempeñó como maestro de Enseñanza Primaria, fue además, Inspector de Instrucción Pública, Superintendente General de Enseñanza (1930), Secretario Particular del Presidente de la República, en 1931.
Subsecretario de Estado de la Presidencia en 1932, Superintendente General de Enseñanza en 1932, Secretario de Estado de Educación Pública y Bellas Artes y fue Presidente ex oficio del Consejo Nacional de Educación en 1934.

Para el año 1936, fue diputado al Congreso Nacional y años más tarde, senador por la provincia Santiago en 1944. En 1956 ocupó el cargo de secretario particular del Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de la República Dominicana.

Fue miembro con la denominación de Número de la Academia Dominicana de la Historia, de la Academia Dominicana de la Lengua y de la Academia Dominicana de Ciencias Morales y Políticas.

También formó parte de la membresía de las siguientes entidades: Instituto Dominicano de Cultura Hispánica, Academia de Buenas Letras, de Barcelona, Academia Colombiana de la Historia, Ateneo Dominicano, Santo Domingo, del Ateneo Amantes de la Luz, Santiago de los Caballeros, del Ateneo de Caracas, Venezuela; y del ateneo de El Salvador, de la Sociedad de Geografía y Estadística de México, de la Sociedad Colombista Panamericana de La Habana, Cuba, de la Sociedad Interamericana de Prensa, de Nueva York, Estados Unidos y miembro de la Sociedad Folklórica de Río de Janeiro, Brasil.

Así también fue miembro del Club Internacional de Folklore de Río Grande del Norte, Brasil, miembro fundador de Honor de la Confraternite Universalle Balsariane, Montevideo, Uruguay; miembro de Honor del Comité Cultural Argentino, miembro del Instituto Cubano de Genealogía y Heráldica de la Habana, Cuba, miembro Activo del Instituto Duartiano de Santo Domingo. Fue profesor consultor de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña de Santo Domingo en 1966.

En 1930 asistió como delegado de la Prensa Dominicana a la inauguración del Palacio de la Prensa en Madrid; fue también, delegado de la República Dominicana a la III Conferencia Interamericana de Educación celebrada en México en 1947. En ese mismo año, participó como Presidente de la Delegación de la República Dominicana a la Segunda Conferencia General de la Unesco, México, 1947.

En 1950 asistió como representante del diario La Nación a la Sexta Conferencia Interamericana de prensa en Nueva York. Al año siguiente, en 1951, a la Séptima Conferencia Interamericana de Prensa, en Montevideo, Uruguay. Para el año 1952, fue delegado al Quinto Congreso Histórico Municipal Interamericano, en Santo Domingo.

Logros y reconocimientos

Dejó un acervo cultural de 17 obras, entre ellas, El Patriotismo y la Escuela, declarado como texto oficial para la enseñanza por el Consejo Nacional de Educación, el 15 de febrero de 1916. Otro de sus libros son Espumas en la Roca, 1917, La Patria en la canción, 1933. Así también, Lirios del Trópico, El Monólogo de un rey, El Rey del cielo y de la Tierra, Diana Lírica, El Espíritu de la escuela activa Espigas sueltas y Naturaleza y hombre, entre otros.

Ramón Emilio Jiménez fue galardonado en múltiples ocasiones con la máxima condecoración que puede recibir una persona en un país, recibió la Gran Cruz Placa de Plata de la Orden de Duarte, Sanchez y Mella; la Gran Cruz de Plata de la Orden Heráldica de Cristóbal Colón y las Palmas de Oficial de Instrucción Pública de la República de Francia.

Muerte

Se apagó la vida de este brillante poeta el 13 de noviembre de 1970 a la edad de 84 años. El Presidente de entonces, Joaquín Balaguer declaró un día de Duelo oficial por la muerte de Ramón Emilio Jiménez y designó una comisión para que asistiera en representación del Gobierno al sepelio. La delegación estaba formada por el vicepresidente de la República, Carlos R. Goico Morales, y los secretarios, mayor general Enrique Pérez y Pérez, de Interior y Policía, y doctor Víctor Gómez Bergés, de Educación.

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