Comandó las tropas dominicanas que expulsaron al ejército haitiano de manera definitiva
No hay dudas, el héroe de mayor relevancia de lo que se conoce como la Batalla de Santiago o Batalla del 30 de Marzo, fue el general José María Imbert, de origen francés.
El general Imbert, sin planearlo, se convirtió en el héroe y jefe de las tropas dominicanas que airosamente se enfrentaron a los invasores haitianos que querían desconocer el movimiento independentista efectuado el 27 de febrero del mismo año.
Primeros años
José María Imbert nació en Francia, el 24 de agosto de 1801, fruto de la unión matrimonial de Simón Imbert y María Anna Dupressené. Dejó su natal Francia para dirigirse a América.
Terminó arribando en la isla de Cuba, luego pasó a Port-Au-Principe y finalmente en Santo Domingo, específicamente en la ciudad de Moca, actual provincia Espaillat, donde se desempeñó como Alcalde Corregidor por un algún tiempo.
En Moca contrajo matrimonio con María Francisca del Monte, con quien procreó seis hijos: Ana Francisca, Gabriel, Nemencia, Máxima Regina, Segundo Francisco y Honoria Imbert Del Monte.
Vida militar y política
José María Imbert, desde siempre mostró su apoyo hacia el movimiento de los trinitarios, liderado por Juan Pablo Duarte, llegando a formar una célula de La Trinitaria en Moca, desde allí apoyó el grito de independencia del 27 de febrero del 1844.
El pueblo de Moca, comandado por el general Imbert, se unió a la lucha de independencia a los pocos días de lo sucedido en la Puerta del Conde. Todo el tiempo apoyó las ideas del prócer Juan Pablo Duarte, incluso cuando fue proclamado presidente en Santiago por Matías Ramón Mella.
Como político ocupó el cargo de gobernador de la ciudad de Moca en el 1845, y de allí pasó a ser el gobernador de Puerto Plata.
Batalla de Santiago
Ya declarada la Independencia Nacional, en la ciudad de Moca José María Imbert surgió como jefe del movimiento que se incorporó a la lucha por la expulsión de los haitianos.
A consecuencia de que el movimiento libertador se había expandido por todo el país, Imbert se dirigió hacia Santiago de los Caballeros, donde las tropas se organizaban para comenzar allí la defensa anti invasora. Debido a la ausencia del jefe de las mismas, o sea, Matías Ramón Mella, el general José María Imbert se hizo cargo de la dirección de los ejércitos.
Ubicados en la ciudad corazón, el 30 de marzo del 1844, estalló el conflicto bélico que hoy conocemos como la ¨Batalla de Santiago¨ o ¨30 de Marzo¨, entre dominicanos y haitianos.
Esa batalla fue la base de la consolidación de la Independencia Nacional. Posterior a dicho acontecimiento se produjo la total retirada de los haitianos del territorio dominicano.
Con la derrota del último ejército haitiano, quedó asegurada la victoria del movimiento independentista y separatista hasta el año siguiente.
Batalla de Beller
En el año 1845, las tropas dominicanas comandadas por José María Imbert y Francisco Antonio Salcedo, derrotaron al ejército enviado por el presidente haitiano Jean-Louis Pierrot, el cual era comandado por el general Seaphin. El enfrentamiento entre haitianos y dominicanos tuvo lugar en la Sabana de Beller, actual provincia Dajabón. Nuevamente el ejército dominicano, comandado por el general Imbert volvió a obtener el triunfo.
Últimos años de vida
Luego de su participación magistral en la ¨Batalla de Beller¨, José María regresó a su querida Moca. Allí desempeñó los cargos de gobernador y Comandante de Armas, hasta su traslado hacia la ciudad de Puerto Plata, donde ocupó los mismos cargos. En 1847 el general falleció a la edad de 46 años.
Herencia revolucionaria
Los descendientes de José María Imbert, heredaron de su procreador un espíritu revolucionario y guerrero. Algunos de ellos perpetuaron su nombre destacándose en hechos históricos del país, como lo fue su hijo: Segundo Imbert Del Monte, destacado militar de la Restauración y Vicepresidente de la República, en 1887.
Imbert del Monte enfrentó arduamente la dictadura de Trujillo, también estuvo involucrado en el Frente Interno de Puerto Plata, en la invasión de Luperón, en 1949. Según versiones, fue asesinado por órdenes de Ramfis Trujillo, después del ajusticiamiento del tirano, el 30 de mayo de 1961. Otro descendiente de José María Imbert, Antonio Imbert Barrera, participó en el ajusticiamiento de Trujillo en 1961.
