En julio de 2004, el Lic. Andrés Reyes Rodríguez, secretario de Estado de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, publicó un libro de la autoría del notable médico e investigador dominicano el doctor Sergio Bencosme. El doctor Bencosme en ese libro narra muchas de sus vivencias y relata y detalla muchos de sus proyectos de investigación que tuvieron como objetivo fomentar la investigación en su patria, la República Dominicana. Su larga vida profesional desarrollada en centros y universidades de Estados Unidos de América y Canadá le colocó en un sitial privilegiado en la comunidad internacional.

Una de las partes del libro se refiere a una charla que el doctor Bencosme pronunciara en febrero de 1998 en ocasión del 19 aniversario de la revista Acta Médica Dominicana. El objetivo de su charla era tratar el proceso de transferencia científica y tecnológica que requería nuestro país.

Vale la pena transcribir algunos párrafos de esa charla ya que sus opiniones al día de hoy, en el año 2022, siguen teniendo vigencia. Citamos: “Frente al clima de globalización y reformas sociales que nos arropan con los avances en todas las disciplinas del saber, consideramos oportuno compartir nuestras investigaciones sobre el valor de incorporar una actitud investigativa, en la rutina del trabajo médico como el principal factor estratégico para mejorar la calidad de los servicios de salud de manera sostenida y disminuir los costos acorde a los recursos de la nación. De lograrse, sería un gran éxito del sector salud frente al manejo del proceso salud/enfermedad y por ende conllevaría mayor bienestar a la sociedad.

Por su naturaleza, el sentido de racionalidad y de ética, que le imprime al hombre la actividad investigativa, ésta es el principal motor de excelencia sostenible en toda dinámica social, al introducir en diario quehacer, una curiosidad crítica y constante, que favorece el avance armónico y sostenido del conocimiento, para fundamentar la dinámica de sus diferentes sectores, en nuestro caso del sector salud. Así se establecen conceptos nuevos y mejor dirigidos hacia problemáticas cada vez más verosímiles. Como país en vías de desarrollo, es indispensable que adecuemos la formación del recurso humano capacitándolo para dirigir y mantener a nivel nacional, una transferencia científico-tecnológica eficiente y eficaz continuamente actualizada y realmente útil para nuestro medio lo que garantizaría una excelente práctica.

La toma de conciencia de esta actitud por los profesionales de la salud, a nuestro entender, es lo que determina la calidad del avance científico-cultural médico en cualquier país y con mayor razón en los países en desarrollo. El propósito de esta presentación es estimular la formación de una red interactiva de ideas que contribuyan a proveer nuevas ideas sobre cómo mejorar la calidad de la atención médica y la formación del recurso humano en nuestros servicios de salud.”

Estas opiniones caben perfectamente en la necesaria reforma de la educación médica y el quehacer médico en general en nuestro país. Y seguía diciendo el doctor Bencosme: “ Nuestra experiencia en países avanzados nos enseñó lo clave de la intuición y la creatividad para encontrar caminos no sospechados que nos lleven hacia salidas verosímiles, facilitándonos avanzar de manera exitosa y sostenida hacia los propósitos de cualquier proyecto. Esto asume naturalmente un buen dominio de las diferentes disciplinas referidas anteriormente para manejar el proceso de transferencia científico-tecnológica que nos ocupan.”

Se quejaba en su charla que la República Dominicana no había creado las herramientas o la infraestructura intelectual necesarias para avanzar en estos proyecto. Pero como veremos en próximo artículos la participación de científicos como la doctora María Zunilda Nuñez o el doctor Santiago Collado van abriendo puertas en ese camino.

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