En junio del 1963 aparece un escrito del Dr. Angeolo Sánchez Bethancourt, tratando el tema de la limitación de estudiantes en la Facultad de Medicina. En ese entonces solo existía la Facultad de Medicina de la Universidad de Santo Domingo. Es necesario de igual forma establecer el ambiente de cambios que vivía la sociedad dominicana, sacudida por una necesidad imperiosa de un nuevo orden y una nueva realidad. La razón del artículo del Dr. Sánchez era la aparición en la prensa de algunos escritos que decían que en nuestro país había un exceso de médicos, y por otro lado, surgían preguntas sobre la calidad o capacidad de esos estudiantes. En el 1963 la población dominicana era de cerca de 3 millones y medio de habitantes y contábamos con 1,000 médicos. De acuerdo a las recomendaciones internacionales debe haber un médico por cada 1,000 habitantes, por lo que en el país debían existir 3500 médicos. Pese a esas limitaciones, se formaban en nuestra facultad excelentes profesionales. Un temor en muchos de los profesores de la Universidad en esa época era la gran cantidad de estudiantes que solicitaba estudiar Medicina, un dato claro de la apertura de la sociedad dominicana tras 31 años de dictadura, y que aspiraba a formarse mejor y a tener mejores oportunidades en la vida. En el Consejo Estudiante de la ya Universidad Autónoma de Santo Domingo, fueron electos como representantes estudiantiles los bachilleres Bernardo Defillo, José Joaquín Puello, Huáscar Castillo, Nancy Betances, José González Cano, Virgilio Vásquez Yapur, Ariel Pérez, Roberto Ureña, Patricio Quiñones y Rafael Castain. En el mes de mayo se celebró el Día del Hospital. En esa ocasión se llevaron a cabo misas, discursos, actos liricos y homenaje a médicos dominicanos. En el Hospital Militar F.A.D. “Dr. Ramon de Lara” se llevo a cabo una misa en memoria del Dr. De Lara. También pronunció un emotivo discurso el Dr. Sócrates Montás Castillo, segundo teniente de la FAD. En el Hospital Dr. Francisco Moscoso Puello, el Dr. Franz Miniño leyó una semblanza de la vida del Dr. Moscoso, resaltando que fue un gran dominicano y un hombre excepcional. Además se desvelizo un cuadro del Dr. Moscoso, y el Dr. Benedicto junto a su conjunto interpretó algunas canciones. Era el director del Hospital el Dr. Julio Brache. En el Hospital Dr. Luis Eduardo Aybar, su director era el Dr. Maireni Cabral Navarro, quien en su discurso dijo: “Parece que nuestro país está encontrando la ruta segura de la democracia auténtica, la cual constituye la mejor fórmula para que se cristalicen los ideales de todas las clases, especialmente de la sufrida clase médica, la de sus cercanas colaboradoras las enfermeras y de aquella que significa la razón de nuestra existencia, los enfermos”. El personal del Hospital participó declamando poesías o interpretando canciones. En el Hospital Dr. Darío Contreras, su director el Dr. Ángel Manuel Vega, pronunció el discurso de orden, y el Dr. Agustín Rodríguez Cabral, jefe de Cirugía del Hospital leyó un trabajo alusivo a la celebración. Otro de los hospitales que realizó actividades fue el Hospital Militar Dr. Enrique Lithgow Ceara. En ese acto el director del Hospital, teniente coronel Eduardo Roedan Majluta, solicitó a la hija del Dr. Lithgow Ceara, Elsie Elizabeth, que desvelizara un retrato de su padre. Este tipo de festejos eran importantes para la moral del personal médico y paramédico en aquellos difíciles años. Pese a los problemas seguíamos avanzando. En 1963 nos visitó el Sr. Feliz Lamela, puertorriqueño especialista en construcción y administración de hospitales. Vino al país a asesorar la Clínica Corominas, pero su presencia fue difundida por los medios de comunicación.

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