De acuerdo a mis recuentos, en esta semana publico en el periódico El Caribe, el artículo 500 sobre historia de la medicina dominicana. Agradezco por este medio a este diario la acogida a estos escritos desde inicios de marzo de 2013 en la sección de Cultura o suplemento sabatino. De igual forma externar mi gratitud a los amigos Fausto Rosario del periódico digital Acento y a Pedro Ángel Martínez de Resumen de Salud, quienes gentilmente también incluyen estos escritos en sus contenidos. Es para mí de particular agrado escribir en esta sección donde también se publicaban las poesías de mi madre María Díaz de Stern, cuando ese suplemento estaba dirigido por la tan recordada y apreciada doña María Ugarte.

Escribir sobre un tema tan apasionante como la historia y sobre todo la historia de la medicina es un grato compromiso. Hemos encontrado tantas historias de grandes médicos dominicanos, auténticos héroes, profesionales dedicados, hombres comprometidos con la patria y por encima de todo, dedicados a los pacientes.

En estos tiempos de enfrentamientos entre sectores y actores de nuestro actual sistema de salud es preciso recordar la entrega de los médicos dominicanos particularmente en tiempos de necesidad. Qué mejor ejemplo que la conducta de nuestros médicos ante la situación del COVID-19? Cuántos pacientes recibieron atenciones abnegadas de todo nuestro personal de salud, abrumados por una situación que no podíamos prever. Es preciso también reconocer las autoridades del área de salud quienes desde inicios del 2020 han enfrentado de la mejor manera posible esta pandemia.

De nuestra historia podemos extraer grandes conclusiones y enseñanzas importantes. Necesitamos mejorar la educación médica de nuestra población, hacerla participe y responsable de su salud. Que los pacientes asuman el cuidado y la prevención en salud como algo propio. Hemos visto cómo se quedan en el camino una gran cantidad de iniciativas y cómo algunos reclamos se hacen continuos en el tiempo.

Debemos definir cuántos médicos necesitamos, cuántos especialistas requerimos y dónde. Desde 1927 en la revista Tribuna Médica se propugnaba por una planificación en salud. De igual forma desde 1962 aparecen cuestionamientos sobre cuántos médicos somos! También la necesidad de regular cuantas residencias y cuántos especialistas formamos. Como en nuestro país la mayoría de las residencias iniciaron en los años de la década del 1970 es en esa época que aparecen las solicitudes de regulación.

Otro reclamo que hemos visto desde los principios del siglo XX, se refieren a la formación de enfermeras y de todo el personal técnico y paramédico.

La gran conquista que ha sido la Seguridad Social presenta resultados contundentes en cuanto al número de pacientes cubiertos y en cuanto a la posibilidad de esos pacientes de acceder a servicios médicos de gran calidad. Y ahora, a casi 20 años de su promulgación se hace necesario revisar algunos puntos de la ley, para evaluar que se puede mejorar. Es preciso un diálogo urgente entre médicos, autoridades, empresas y los pacientes para asegurarnos de que esta conquista sea cada vez mejor para los pacientes y los médicos, los principales actores de la salud dominicana. La mejoría de las coberturas a los pacientes, la ampliación de las coberturas de farmacia son necesidades urgentes para nuestra situación. De igual forma los médicos deben poder recibir unos honorarios indexados y actualizados. Hay que tener presente que el papel de las autoridades gubernamentales es la elaboración de las políticas sanitarias y las ARS tienen la responsabilidad de asegurar que los recursos se utilicen de la mejor manera posible. Todos los cuestionamientos de todas las partes, deben dirimirse en una mesa de negociación con la vista puesta en que los próximos años sean mejores para todos.

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