El actor y dramaturgo dominicano Donis Joaquín Taveras Morales ha trabajado en decenas de obras de teatro y producciones de cine, tanto dentro como fuera del país. Desde que llegó a Santo Domingo, procedente de Santiago de los Caballeros se inscribió en la Escuela Nacional de Arte Dramático (ENAD) y desde entonces no ha parado de hacer montajes y presentaciones teatrales. Donis Taveras, como mejor es conocido tanto en el teatro y como en el cine entiende que para ser un buen interprete no solo se necesita talento, sino también disciplina y rigor, por considerar que “el actor es un obrero más, es un trabajador como todos, entonces hay que trabajar e investigar sobre los referentes del personaje a interpretar, porque el trabajo realmente es lo que dignifica nuestra profesión”.

¿De qué forma llegas al teatro?
De niño siempre me gustó el teatro, recuerdo que era el que hacía las veladas de los viernes, me gustaba mucho cantar, siempre estaba metido en las actividades artísticas de la escuela. A los 16 años vine a la capital a casa de una tía cuando mi madre se fue a vivir a los Estados Unidos. Un día vi un anuncio en la televisión de la ENAD y le dije que me quería inscribir ahí, entonces me inscribí en 1993 y me gradué en 1997 a los 22 años y a partir de ahí no he parado de hacer montajes y presentaciones. Luego, estudié una licenciatura en Actuación en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y cuando terminé me fui a estudiar una maestría en Artes Escénicas en la Universidad Rey Juan Carlos, en España, entre otros estudios.

¿Y tu incursión en el cine cómo fue?
El cine me gusta muchísimo, de hecho estudié Interpretación Cinematográfica en España, en el 2000. Entré a trabajar con Leticia Tonos en “Mis 500 Locos”, hice el personaje del Menordomo, una película que ha tenido bastante la aceptación. También actué en una película de Wadys Jáquez “Inesperadamente Lucía” como actor de reparto y en “Bantú Mama”, una producción dominicana del director y productor Iván Herrera que está teniendo mucha aprobación a nivel internacional. Continúo atento a los casting y feliz de mi entrada al cine.

¿Cómo ves el desarrollo tanto del teatro como del cine en RD. Estamos avanzando…?
El cine y el teatro tienen muchísimos años. Estoy súper contento con lo que está pasando en el cine, con lo que se está invirtiendo, me encantaría que fuera lo mismo para el teatro. El pobre teatro. Es tan penoso saber que no tendremos festival este año, esos eventos no deben pararse, las autoridades tienen que entender que las partidas presupuestarias no se pueden tocar, eso es sagrado, es parte de nuestra cultura. Los teatristas independientes del país hacen de tripas corazones para mantener el teatro vivo, las autoridades de una vez por todas deben creer en el teatro, a pesar de lo maltratado que está, aquí hay buen teatro. Ojalá que en el teatro se llegue a invertir tanto como en el cine.

¿Cuál ha sido el personaje que más te ha gustado interpretar?
Creo que ahora mismo ha sido el de “Eulogio Badía”, creo que este es uno de los que me ha tocado más, es súper interesante, este personaje busca un sitio donde sentirse bien, ese es su objetivo. En cuento al cine, el “Menordomo” me ha gustado más por toda su historia, que describe el drama de los manicomios y de los enfermos mentales. Es un trabajo muy interesante que me ha tocado mucho.

¿El actor cuando sale a escenas se desnuda por completo?
Por supuesto, tiene que hacerlo así. En el caso de mi personaje, cuando sale a escena no puede esconder nada, hay que olvidarse de todo. Eres el personaje que interpretas y a través de esa interpretación uno exorciza cosas. Creo que ahí es el momento ideal de compartir con el público y con la sociedad sus secretos, cosas que pasan de manera colectiva.

¿Cómo ha influenciado la actuación en tu vida?
El teatro me ha salvado mucho en la vida. La interpretación es grandiosa, a través de ella uno exorciza cosas, entonces creo que ahí es el momento ideal de plantearle a la sociedad, al público, compartir con ellos esos secretos personales que coinciden con ellos mismos. Ahí viene una cosa que se llama catarsis colectiva de lo que está pasando, por eso creo que hay que invertir más en eso.

¿A qué otra actividad te dedicas?
El teatro desde el punto de vista social y comunitario es interesante. Ahora mismo estoy trabajando junto a la Asociación de Propietarios y Residentes de la Ciudad Colonial (APRECC), presidido por Raquel Casares, colaboro con ellos en esa labor social de hacer teatro comunitario para poder enseñar a la gente sobre el tema de la ecología, del problema de la basura, de cuidar los árboles, entre otras actividades. También soy profesor de Actuación en la ENAD, esa labor de educador es muy importante para mí, más en un país donde todavía estamos a la espera de que haya una revolución educacional. Necesitamos que los jóvenes tengan una conciencia más grande al tema de relacionarse socialmente, a la forma de cómo tratamos la naturaleza, de cómo nos comportamos con la mujer… Creo que el teatro comunitario juega un papel importante en esa labor también.

¿En qué proyectos estás ahora?
Estoy invitado para participar en un festival en Bogotá, Colombia con el espectáculo “Eulogio Badía”, las presentaciones serán el 15 y 16 de noviembre. Es una forma de intercambiar, de que el teatro dominicano también se pueda presentar en otras capitales. Además, estoy invitado el 12, 13 y 14 de noviembre a presentarme en Microteatro, en la Zona Colonial, es súper interesantísimo, será todo un mes para dirigir tres piezas cortas del dramaturgo Rafael Starlin Morga “Todo el poder al pollo” “La forma del cielo” y “El actor”, entre otros proyectos.

Dificultad
Es tan penoso saber que no tendremos festival este año, estos eventos no deben pararse, hay que tener siempre ese presupuesto para hacerlo”.

Opinión
Las autoridades deberían entender de una vez por todas que el presupuesto para realizar los festivales no se pueden tocar, eso es sagrado”.

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