María Elena de Rojas, escritora cubana. FÉLIX DE LA CRUZ
María Elena de Rojas, escritora cubana. FÉLIX DE LA CRUZ

María Elena nació en Cuba, pero su familia salió de allá siendo aún una niña hacia Honduras. Desde pequeña sus profesoras le alentaban hacia la escritura, pero es en la adolescencia cuando cursaba la universidad que empezó a llenar una carpeta con poemas y pequeñas historias. Hasta el momento, se ha enfocado más hacia la poesía y el cuento, pues algunos de ellos aparecen en 2019 en una antología titulada “Pasión por el cuento” publicada por el Banco Central, producto de un taller de escritura creativa dentro de su programa de Bienestar Social. “Tengo escrito algunos cuentos infantiles con planes de prepararlos para publicación, además estoy en proceso de revisión de otras historias, cuentos y microcuentos escritos a través del tiempo para publicarlos en el transcurso del año”, informó María Elena, quien recientemente publicó el libro de poemas “Descolgados de las estrellas”.

¿Bajo qué parámetros define su sello distintivo al escribir?

En la poesía creo que un cierto aire místico en la valoración de recuerdos y vivencias. También algunos rasgos de intimismo confesional, y luego también de nostalgia, pero mayormente a través de un prisma de agradecimiento y goce. La poeta Ángela Hernández Núñez lo expresa de esta manera: “La nostalgia no duele, más bien conduce al enaltecimiento de los caminos recorridos… Sobre todo, en los poemas breves, impera lo sutil”. El editor y escritor Rafael j. Rodríguez Pérez aprecia que “intimo como una confesión… este poemario despertará múltiples interpelaciones hacia nuestro interior”. Dentro de la narrativa conservo un poco de estos elementos, pero diluidos en la propia dinámica que debe tener el cuento.

María Elena de Rojas, escritora

¿Cuáles temas trata en sus cuentos?

El tema de los cuentos es muy variado, pero muchos hacen referencia a lugares y gente de nuestra ciudad, personas que quizás pudieran ser tus vecinos, o gente que pudieras conocer en cualquier lugar con sus encrucijadas, sus aprietos y anhelos. Como siempre ocurre con la ficción, espero que con estos cuentos podamos comprender un poco mejor lo que somos y algo de las fortalezas humanas. Algunos tienen cierto grado de humor. En el poemario, prevalecen muchas referencias a la naturaleza, no como lugares físicos sino como reflejos de un mundo interior, de sentimientos, sobre todo de aquéllos que de repente nos desconciertan a nosotros mismos, que nos llevan a cuestionarnos y a reconciliarnos con ese “yo” en el mundo.

¿Influyen las creencias políticas, sociales y religiosas en el éxito o fracaso de una obra?

Las creencias políticas, sociales y religiosas permean de una manera u otra, en mayor o menor grado en toda obra escrita. Ningún escritor puede desligar su obra de alguna de estas influencias, porque siempre forman parte de la persona, tanto del que escribe como de los lectores. Por ello no creo que el éxito o fracaso dependa en sí de ningún tipo de creencia en específico, aunque por épocas surjan seguidores de un tipo de lectura más que de otra. Creo que el éxito o fracaso depende más bien de la destreza del escritor para presentar sus ideas, entre estas su peculiaridad en el uso del lenguaje y las técnicas empleadas para ubicar esas creencias dentro de las realidades que trata. 

María Elena mientras busca uno de sus libros en su biblioteca

¿Cuál es el papel del escritor en la realidad social del país?

El escritor lleva el papel de ser un recolector de lo que se vive a su alrededor, tiene en sus manos una máquina del tiempo que convierte en memoria colectiva la realidad social, histórica, política y cultural de las diferentes épocas en la vida del país. Es guardián de ese tejido de la dominicanidad y de cómo nos percibimos. Hay escritores como los periodistas, que plasman la realidad social con exactitud o apego a los hechos.

¿Se ha basado en hechos de la vida real para hacer una historia?

Sí, creo que todo escritor lo hace, algún suceso, alguna conversación escuchada en las calles, algún lugar que visité y me impactó, algo que leí, una foto… Es increíble que a veces sean los hechos reales los que parecen sacados de la ficción. Pero normalmente los hechos reales son modificados para adaptarse correctamente en la trama, por lo cual ni están en el mismo contexto ni exactamente igual a la realidad.

¿Qué es lo que le motiva a escribir?

Con respecto a la poesía, tengo una motivación interior, un impulso a expresar sentimientos, ideas o inquietudes que surgen y se quieren aclarar dentro de mí, que quieren desarrollar su propio eco. Es algo que siempre ha germinado de su cuenta. Claro que posterior a este impulso espontáneo siempre hay un trabajo de edición, de pulir… Con respecto a los cuentos, me motiva compartir una historia vivida, una historia compartida, a veces es referente a algo triste, otras veces a algo irónico, y a veces hasta algo simpático. La motivación me viene en el fondo de una admiración o empatía por la persona en sus luchas, en su capacidad de vencer adversidades o en el cómo les busca el lado a las situaciones.

¿Qué es lo más hermoso que le ha dejado el mundo literario?

Lo primero como lectora, creo que he realizado fabulosos viajes y conocido personas maravillosas a través de este mundo. Es como cruzar la frontera de los imposibles y transmutar las reglas de la realidad en muchos casos. Además, esos personajes me han aclarado tantas verdades sobre el egoísmo, la pobreza de carácter, la fuerza de la tristeza y también de la constancia, sobre el odio y el perdón, sobre la injusticia y las obras de bien, entre muchas otras tantas lecciones de vida.

¿Recientemente puso a circular su poemario “Descolgados de las estrellas”, que nos puede decir de él?

Comencé a escribir poemas siendo una estudiante universitaria, pero las guardaba en una carpeta de piel que a nadie mostraba, pero ya casada y con hijos escribía muy poco. Posteriormente comencé de nuevo, y un día mi hija menor las leyó y me animó a que hiciera un libro. Para entonces formaba parte del taller de escritura creativa “Pasión por el cuento” del programa para jubilados del Banco Central, y había tomado otros en internet, pero de cuentos.  En eso llegó la pandemia y todo cierró, me recomendaron tomar un diplomado virtual de Escritura Creativa para Escritoras Caribeñas que incluía un módulo sobre poesía. Eso duré seis meses, y me ayudó muchísimo a desarrollarme, a mejorar los trabajos que tenía escritos y a escribir nuevos poemas. Mi libro fue tomando forma, después de la graduación inicié un proceso de edición, maquetación, hasta llegar al texto final. Está dividido en cuatro secciones, con énfasis diferentes en los contenidos de cada sección. El último incluye brevísimos poemas haikus. Además, como siempre he pintado, amigas escritoras del taller me animaron a ilustrarlo con acuarelas, por lo cual también me pasé varios meses trabajando estas acuarelas que ilustran el libro, tanto su portada como en su interior. El poemario está en venta en Librería Cuesta, Sema y Tus libros en casa.

Portada del libro

Opinión

«Las creencias políticas, sociales y religiosas permean de una manera u otra, en mayor o menor grado en toda obra escrita”.

Proyecto

«Me encuentro en proceso de revisión de historias, cuentos y microcuentos escritos a través del tiempo para publicar en el transcurso del año”.

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