La artista visual dominicana Cruz María Dotel, cuenta con un amplio portafolio de exposiciones colectivas e individuales realizadas a nivel nacional e internacional. El inicio de su carrera lo marcaron unos trabajos visuales sobre el agua, en el que trabajó el símbolo de ese elemento, la relación que tiene con “nuestra herencia taina y a través de veladuras, transparencias y manchas, con las que trabajé la poética de sus formas”. La artista, formada en la Escuela de Diseño de Altos de Chavón y en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) indicó que el lenguaje que usualmente utiliza en sus obras es el visual, a través del cual expresa la pintura, la cerámica y la instalación, cuyas disciplinas “me permiten una libertad técnica y me acercan a múltiples soportes como el lienzo, la madera y el metal, así como dar forma a la materia, utilizando una diversidad de elementos que redimensionan mi expresión”.

¿Es escasa la presencia de la mujer en el mundo de las artes plásticas?
No, para nada. Hay muchas pintoras, grandes artistas, mujeres que admiro.

¿Cómo mujer que reta el rol femenino en el mundo de las artes y en la sociedad en su conjunto, ¿te fue difícil insertarte en este mundo?
Fue retador. La labor de artista implica una consagración. Como mujer y como artista la inserción en el mundo del arte siempre tiene aspectos que implican romper no sólo el círculo del género, recrear el propio arte, también hay que saltar muros generacionales, del país, de la isla, de clase, de élites, de etnia… Los espacios son muchos, pero el trabajo puro, continuo, consagrado y persistente es lo importante. Para decirlo con una palabra más específica, me refiero a la constancia. Cuando trabajas, vives y convives con el arte se enfrenta a la propia obra y eso es lo que me interesa dimensionar.

¿Qué papel consideras desempeña la mujer en el arte y su evolución?
Mi mirada del género es muy abierta. No siento que el hecho de ser mujer cambia mi papel en el arte, siento que como mujer y artista puedo trabajar y evolucionar mi propia práctica constantemente, fortaleciendo mi expresión personal; puedo expresar lo que siento, ser auténtica conmigo y con mi discurso visual.

¿Qué has aprendido en el terreno profesional?
En mi experiencia, ser profesional del arte implica disciplina, experimentación, formación, investigación, reflexión, desarrollo técnico, evolución, trabajo necesaria e íntimamente ligados a la práctica en interacción con el contexto, con la autocrítica. Eso es lo que me hace artista y creadora de arte. Antes, por ejemplo, estaba aferrada a mi temática ambientalista, de la estética de las aguas, de su poesía, y esto lo expresaba con pasión en formas diversas. De repente un suceso terrible pasa en mi vida que me quita el piso, que toco fondo y me muestra mi vulnerabilidad, lo que soy como mujer, como ser humano y aún con mi vida sacudida, inicié un proceso conceptual y diseño todo el estudio preparatorio del coraje, decido utilizar el arte como el componente resiliencia que de una manera u otra me saca del agua y evoluciona mi poética, dándome el frente a mí misma y cambia entonces mi narrativa visual desde el propio trabajo.

¿Cuál ha sido la mayor satisfacción que te ha dado la pintura?
La mayor satisfacción es poder expresar y comunicar; ver concretado en mi obra lo que siento, lo que quiero expresar, poder verlo, crearlo, trabajarlo, evolucionarlo y redimensionarlo. Trabajar hasta que me sienta satisfecha, poder comunicar y expresar mis ideas a través de un lenguaje tan bello y sublime como el visual que propicia un mundo, todo un imaginario y universo de imágenes y formas propias. En este caso puedo decir, que cuando vi terminada mi instalación “Un peso de agua para doña Remigia” en que hago una lluvia inmensa a través de 1000 gotas de cerámica pintadas en frío con una inmensa gama de azules, sentí la belleza y me identifiqué de cómo pude expresar esa infinitud.

¿Qué tan difícil es para una artista ser reconocida?
En el mundo especializado y diverso del arte puede haber un reconocimiento entre conocedores, no es espontaneo, implica diversos aspectos. En artes visuales es diferente a la farándula, pero igual es arte y la subjetividad es personal. El sistema artístico también suele perder su esencia estética y es manejado por grupos de poder que le da un valor monetario y se queda en lo mercurial, en el mercado del arte, pudiendo dificultar el tránsito a reconocimiento. Aunque me interesa vender, mi primer interés es el arte y no puedo prostituir el arte y mi sentir a cambio de reconocimiento. Eso nunca.

¿Cuál ha sido tu mayor reto en la pintura?
Mi mayor reto en la pintura es mantener abierta mis posibilidades de crear, reflexionar, experimentar y redimensionar mis obras y proyectos, sin límites técnicos, matéricos o temáticos. Redimensionar mi obra respecto a mí misma.

¿Qué se logra con la pintura a diferencia de otros medios?
La pintura dentro de las artes visuales es un medio perfecto de comunicación y expresión, porque dentro de esta se enmarcan las más diversas posibilidades técnicas, los elementos permiten crear y recrear y no tiene límites ni fronteras con otras técnicas, pues cualquier material o soporte se puede intervenir con color, permitiendo una infinidad de procesos. Aunque en el arte actual conviven las técnicas, eliminando las fronteras y dando prioridad a la expresión.

¿Qué proyecto personal le ha dado mayor satisfacción
La instalación “Presagio de Naturaleza Muerta”, en la cual instalé 2000 agujas colgadas de hilos de una gama de más de 20 tonalidades de azul, sobre un espejo de cuatro metros cuadrados y que hacía alusión a la lluvia ácida que corroe la corteza de la tierra producto de la extracción minera en cielo abierto. Es la poética del agua dura que lastima el planeta.

¿Qué considera que califica una buena obra de arte?
El artista creador, el dominio técnico, el valor estético de la obra; para el artista Antonie Tapies, el arte es la filosofía que refleja un pensamiento y para el artista Ruso Marc Chagall, el arte es un estado del alma. Para mi estos son los términos estéticos y filosóficos que tienen valor en el arte bueno.

¿Qué huellas quieres dejar a través de tu trabajo?
Quiero dejar mis obras de componente social, personal y espiritual. Una obra en el cual mi discurso artístico a través de mis obras tenga fortaleza, espiritualidad y trascendencia social, cultural y estética. Además de artista soy docente y con mis estudiantes hago un trabajo social y cultural, dedicando gran parte de mi vida a enseñar arte, porque creo que la vida de las personas se transforma cuando son tocadas por el arte. Crear es un privilegio divino.

Opinión
No siento que el hecho de ser mujer cambia mi papel en el arte, siento que como mujer y artista puedo trabajar y evolucionar mi propia práctica constantemente”.

Consideración
El sistema artístico también suele perder su esencia estética y es manejado por grupos de poder que le da un valor monetario y se queda en lo mercurial”.

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